Solo desde el conocimiento de nosotros mismos es posible valorar el ‘yo’ y ponerlo al servicio del Ser.
Llamamos ‘yo inferior‘ a una mente poco desarrollada- dominada por el Ego. Moviéndose en la dualidad, la distorsión y el desorden mental por lo que no es capaz de concentrarse. Vive de forma inconsciente, entre el pasado y el futuro.
Cuando ese yo inferior es cultivado y guiado desde alguna disciplina, reforzando la voluntad, el control mental y la atención dentro de los valores intrínsecos a la Conciencia, ese ‘yo’ se expande, transformándose en un ‘Yo Superior‘. Siendo ya capaz de conectarse con el corazón y entrar en el Silencio y la quietud del Alma.
Podemos valorar y entender el ‘yo’ cuando hay comprensión de uno mismo. Podemos comenzar a distinguir las señales que nos envía nuestra intuición -a través del Yo Superior- diferenciándolas de lo que son solamente reacciones impulsivas del Ego.
Los pensamientos negativos bloquean la energía vital. Las actitudes y sentimientos negativos como inseguridad, angustia, ansiedad, depresión, desconfianza, son creados por la desvalorización o desconocimiento de nuestro Ser.
Comencemos por hacernos conscientes de que «Yo no soy mi mente» «‘Yo Soy’ la Presencia de la parte divina que hay en mi».
Debemos dejar de identificarnos con el ‘yo inferior’; la parte de la mente que juzga, critica, sufre, manipula, es obsesiva, tiene miedos y vive en la inseguridad.
Nuestro ‘Yo Superior’ fluye junto con nuestra Conciencia, que es Luz, y ésta fluye con la Conciencia Suprema Cósmica. Así que, anhelemos desarrollar nuestro yo para poder alcanzar un estado elevado como seres humanos.