Comencé mi búsqueda espiritual como tanta otra gente, sin saber qué buscaba. Por aquel entonces nos etiquetábamos como «buscadores». Se despertó una inquietud en mi corazón pero no sabía de qué se trataba. Necesitaba con urgencia paz interior, pero más que eso, no sabía nada.
Después de viajar por Sudamérica buscando un maestro y vivir en comunidad en la naturaleza, entré en él islam creyendo que una disciplina centrada en Dios era lo que necesitaba. Y así fue durante cerca de 20 años; rezos, dikra (mantra), ayunos, observación de reglas muy estrictas, todo ello sirvió para pulir el ego, sin lugar a dudas.
Casi al final de esta etapa marchamos toda la familia a vivir a Irán, durante 7 años. Igualmente como experiencia fue extrema pero muy enriquecedora. Aprendí sobre todo a tener paciencia porque cuando pensaba que ya no había más paciencia tenía que construirla para poder seguir adelante.
Sucedían cosas «sobrenaturales» por llamarlo de alguna manera, que me ayudaban a sobrellevar tantas dificultades a todos los niveles. La Divinidad y la Gracia de Dios protegían mi corazón. Abracé el sufismo de la mano de Safar Efendi de la orden Yerrahi de Turquía y eso hizo expandir mi corazón… Años muy intensos y de muchos pequeños milagros diarios… necesarios para asomar la cabeza por encima de las miserias humanas.
Pero todo este andar no era nada más que la antesala que me preparaba, sin yo imaginarlo, para esa transformación profunda. Ocurrió después toda una explosión violenta de acontecimientos en mi vida que derrumbaron totalmente mis esquemas, creencias, estatus, … y nuevamente rompía la familia.
Hubo un renacer a partir de que se abriese la tierra bajo mis pies al preguntarme ¿quién soy? … y llegó el Reiki como un gran regalo y punto de Luz en mi vida, y comencé a formarme en otras medicinas naturales y dedicarme profesionalmente a ayudar a los demás. Todo ello, abriendo un nuevo camino que ya ni me cuestionaba a dónde me iba a llevar.
Y estaba yo en todo ello, satisfecha, instaurada en mi felicidad casera, cuando conozco «casualmente» a finales de 2007, en Granada, un gran maestro de yoga y meditación hindú. Ni yo estaba interesada en ninguna religión ni en el yoga ni quería más cambios en mi vida. Pero… las cosas que están destinadas para tí, llegan de cara y yo, gracias a Dios, no me resistí y me dejé llevar.