
El Amor como sentimiento es algo que se vive a nivel físico y en el Plano terrenal y carnal. El Amor que conocemos es la capa superficial o corteza de nuestra Esencia.
Y ese amor lo poseemos y le exigimos creyendo somos sus amos. Lo gozamos o lo sufrimos desde nuestras expectativas y apegos mentales.
Ese amor que conocemos, está distorsionado por nuestra ignorancia y soberbia. Está posiblemente contaminado por los celos, la inseguridad, los miedos, el ansia, la falta de respeto por el otro …
Pero el AMOR es mucho más que pasión. Es mucho más que enternecerse. El Amor ES quien somos.
No tiene razones de ser, ES, porque es el principio vital que nos anima a vivir.
Fluye. Envuelve. Penetra. Abarca. Emana. Inspira … El Amor no necesita de explicaciones; se SIENTE, se EXPERIMENTA, se VIVENCIA.
El Amor lo es todo desde su pureza e incondicionalidad.
Si se corrompe, se apaga.
Si se constriñe se seca.
Pero la simiente siempre queda y en cualquier momento resurge, explosiona, se expande.
Porque simplemente ES y siempre ES, en Presente, el reflejo del Absoluto.