La Conciencia Universal

«Todos los sistemas de pensamiento son guías, no son la verdad absoluta». Thich Nhatr Hanh

La Conciencia nos facilita el conocimiento de nosotros mismos, y si está despierta y activa, experimentamos que el proceso del Saber es infinito. Los límites los marcamos nosotros mismos.

Existen dos tipos de Conciencia. La primera y básica es la CONCIENCIA DEL EGO, que pertenece al campo de la moralidad. Incluyendo los valores religiosos y éticos del bien y del mal, Las creencias culturales y educacionales, y todo tipo de condicionamientos, también delimitan y moldean la Conciencia básica de todo individuo .

La Conciencia desarrollada, nos encamina hacia la CONCIENCIA UNIVERSAL Cuando nos enfocamos más alto, nuestras miras estarán inspiradas por algo superior a nosotros. Experimentamos la fusión con nuestra Alma. Nuestra vida comienza a transformarse y nuestra perspectiva sobre las posibilidades de acción se expanden.

La Conciencia Universal nos lleva a trascender lo habitual y ordinario, inclusive la identidad personal. Comenzamos a sentir y comprender la dimensión espiritual en nosotros.

Toda esta comprensión de nosotros mismos y nuestra naturaleza, de forma gradual, nos lleva a la conformidad de quienes somos y por ende a la paz interior.

Meditemos.

Realidad y perspectivas

Podemos y tenemos la autoridad para superar viejas ideas y creencias y así continuar avanzando y seguir ampliando la visión de nuestra realidad que viene a ser una pequeña parte de la Verdad única inalterable.

Se trata de un proceso que podemos llevar a nuestro propio ritmo y que experimentaremos se va simplificando a medida que aumenta nuestro nivel de Conciencia.

Para ponerle un nombre a este proceso diremos que se trata de la evolución espiritual del ser humano. No se trata de querer o no querer ser espiritual; lo somos, porque nos sostiene un espíritu.

Para ser receptivos a lo más sutil de nuestro cuerpo espiritual, que envuelve el Alma, tenemos que simplificar nuestra Mente.

Es cuando se vacía el Ego, que habita en la Mente inferior, cuando el YO deja de tener forma… y dejo de definirme como algo separado del Todo.

La Verdad es evidente

La Verdad es evidente pero no la queremos ver o nos da miedo enfrentarnos a ella.

Pero el Camino de vida es la Verdad. Y tu, transitándolo, puedes hacerte su amiga, … siempre y cuando no te estés engañando a ti mismo.

La Verdad la haces tuya cuando miras la Luna. Es bueno cuestionarla y meditarla, siendo sincero contigo mismo.

Siempre desde la integridad. Desde la autenticidad. Sin estos valores la Mente seguro te engañaría, haciéndote volver al punto de partida… en el tablero de juego que es la vida.

No adelantes acontecimientos. No te precipites.No te juzgues a ti ni a los demás. La Verdad la creas desde la conformidad de lo que dices, sientes y piensas.

La Verdad está escrita en el corazón.

Hacer lo que conviene

Nuestra verdad, cuando no hay exaltación del ego, es Luz, digan lo que digan los demás.

Nos ajustamos adecuadamente a la Verdad desde nuestro nivel de Conciencia y esa perspectiva es la válida, cuando la observamos desde la honestidad y la integridad.

No dudemos. No creemos inseguridades mentales. Todo ello nos debilita. Paso a paso vamos tomando decisiones. Elegimos desde nuestra capacidad de intuición y eso será lo correcto porque aunque aparentemente fallemos, nos proporcionará experiencia.

Lo que sea conveniente hacer que no nos de pereza realizarlo. La pereza la crea la mente inferior. Y a nosotros nos gusta los desafíos.

Para que las emociones no se anquilosen y el corazón no se quede atrás, estemos atentos al yo-personaje, ese que le encanta nadar en el sufrimiento y la queja.

Vamos a hacer lo que le conviene a nuestro Ser.

La Verdad comienza a circular

candado esperanzaHay un despertar. Comienza a producirse un cambio que aunque sólo sea un murmullo, ahora, se está dejando oír para los que tienen los oídos atentos.

La vida empuja hacia adelante. Se llama Verdad. Y si ha estado escondida y atesorada por unos pocos, ahora, viene renovada para todos los que se acerquen a escucharla.

Sumirse en la vida material le ha quitado el verdadero sentido a vivir con integridad y eso nos ha hecho sentirnos desorientados, confundidos… y muchos preguntándose qué pasa que me siento vacío, desolado,aún teniéndolo todo …

Pero la Verdad comienza a circular por las Redes de los corazones abiertos y con anhelo de ayudar al cambio. Hay un despertar de la Conciencia. Un anhelo por recuperar el estado de Dicha al que tenemos derecho y obligación de Ser.

Es normal que las definiciones de nuestras creencias se renueven; no pongamos resistencia a lo nuevo y fresco que llega. No tengamos miedo a transformarnos y a mudar nuestra mente hacia nuestro corazón …

Se trata de innovar a nivel de pensamientos y espíritu, sin aferrarnos a creencias ya obsoletas;. ¡Estamos hechos de LUZ! Dejemos volar nuestra inmensa capacidad de intuición …

Y SENTIR. Permitámonos sentir sin miedos mentales. Si la confianza en nosotros mismos está ausente, creará resistencias e infelicidad. Lo primero pues es recuperar la confianza. Amándonos, aceptándonos, dedicándonos tiempo a nosotros mismos.

Verdades y Silencio

vidaPodríamos decir verdades pero sabemos que causarían dolor, Porque las verdades que uno no está preparado para escuchar, duelen, desestabilizan, escandalizan, … entonces es mejor callar.

Sabiendo esto, es preferible guardar silencio. Un silencio amoroso, compasivo.

Ser paciente como lo es la araña. No resignado, reprimiendo lo que uno quisiera decir impulsivamente o por defenderse … sino desde la virtud de la Paciencia, desde la tranquilidad que da la confianza de que, en su momento, saldrá a la Luz la verdad sin juicio que pone cada cosa y cada persona en su sitio.

El Silencio puede ser el mejor aliado y en realidad lo es para el ser humano sabio.

Si nuestras palabras van a causar dolor, guardemos silencio. O esperemos a estar en calma para que sea nuestro corazón quien se exprese.

Decir la verdad

mujer mariposa bailandoLo más difícil en esta vida tan ilusoria y de apariencias es vivir en la verdad; no tener miedo a decirnos y decir a los demás nuestro sentir. ¡Todo un reto para los corazones encorsetados!

Lo he vivido en carne propia así que puedo hablar sobre ello desde mi experiencia. En mi niñez mi madre vivía a la sombra de mi padre -como era la norma en aquella época- y me imagino que para poder sobrellevar esa situación de represión, las mujeres aprendieron el arte del disimulo y la «mentira blanca» como algo muy normal.

Ese patrón de conducta lo heredamos los hijos inconscientemente. Yo misma lo introduje en mi propia vida de forma drástica. Recién cuando tenía 55 años despertó mi Conciencia y el suelo se abrió bajo mis pies cuando dije BASTA. ¿Quién soy entonces? … Si no soy ese maniquí -figura articulada y manejada exteriormente- quién soy.

Entonces comenzó el compromiso conmigo misma de decir siempre la verdad, a mi misma y a los demás, pasase lo que pasase. Eso significaba; no fingir, no disimular, ir de frente aunque fuese contracorriente y sobretodo respetar y dignificar mi persona, no importaba cuán grande o pequeña fuese.

Este trabajo requiere al principio de plena atención cada momento del día. Hay que ir rectificando, puliendo, redirigiendo las formas y el habla. Inclusive decirle a alguien «perdona, no es verdad lo que te acabo de decir»

Aprender a guardar silencio. Pensar antes de hablar. Pero lo más importante es mantenerse firme y no dejarse llevar por los miedos y las dudas. Ardua tarea pero a la vez muy gratificante cada pequeño avance que se hace.

Y desde el comienzo nos hacemos conscientes de cuántas mentiras -mentiras blancas- que se supone no hacen daño a nadie pero que van enturbiando nuestra realidad hasta que nos envuelven de tal manera que estamos muy lejos de actuar, pensar y sentir desde nuestro corazón.

Este tipo de LIMPIEZA y purificación, se hace necesaria cuando uno se siente frustrado y mal consigo mismo «sin motivo». Hay que pararse para poder corregir patrones.

Yo os animo a ello, os asombraréis …

Las imágenes que adoramos

La VERDAD no tiene imágenes pero podemos sentirla en nuestro corazón sin lugar a dudas cuando nos deshacemos de nuestras creencias mentales.

Las imágenes pertenecen al campo mental. Muchos necesitan de las imágenes para conectar con su corazón desde la mente porque todavía no han desarrollado la percepción necesaria que les sumerja directamente en la VISIÓN de esa realidad trascendental que es la divinidad.

La PERCEPCIÓN INTUITIVA ocurre cuando desarrollamos la Conciencia y ésta se fusiona con la Conciencia Superior, llevándonos en esos momentos a un estado de dicha único e irrepetible, al sentir en uno mismo la energía superior del Amor Puro. La añoranza de ese sentimiento es lo que nos lleva a mirar el Cielo y a rezar.

Muchos veneran las imágenes de vírgenes, santos, representaciones de Dios, dioses, maestros, … Y desde esa mentalidad y creencias, todo queda ahí, en esa finitud, atrapados en ceremonias y rezos que no trascienden el plano material. Una nostalgia y vacío que no sabemos explicar y que nos crea la necesidad de recurrir a entidades superiores.

Las imágenes no tienen que ser forzosamente religiosas. Muchos adoran o tienen como referencia en sus vidas a estrellas del cine o de la música … inclusive a su madre o a su abuelo que ya no están en este mundo. Cuando nos apegamos emocionalmente a alguien que representa el amor que añoramos o el poder que les atribuimos y creemos que gracias a ellos estamos protegidos, estamos limitando nuestra propia fuerza y valentía.

Nuestros pensamientos crean nuestra verdad. Todo lo que hagamos es perfectamente aceptable mientras no creemos dependencias de ello. Porque las dependencias no nos dejan ver la Verdad única que está por encima de nuestras verdades particulares, que son limitadas.

Lo que quiero decir es que vivamos nuestra adoración a la divinidad desde el corazón no desde la mente. Es así como crearemos una conexión real reconocida; una vibración y sintonía de Amor desde el Alma, y sentiremos entonces su beneficio.

La Cuarta Dimensión

ser completo1Si la Tercera Dimensión es la dimensión del Tiempo, Espacio y Materia que distinguimos con los cinco sentidos externos, la Cuarta Dimensión es la dimensión espiritual que percibimos con nuestros sentidos internos, sobretodo con el Tercer Ojo que al desarrollarlo  clarifica la Intuición y la clarividencia.

Al ser una dimensión mayor que el plano tridimensional en el que vivimos, podríamos decir que el Plano Espiritual contiene las tres dimensiones de la realidad física.

LA INTUICIÓN, cuando llega clara y sin interferencia de la Mente,  es el conocimiento directo de la Verdad y la Realidad. La PERCEPCIÓN INTUITIVA es penetrante  y prodigiosa al percibir la conciencia propia y también  la de los demás.

Es en la Cuarta Dimensión en donde se encuentra la poderosa y sagrada energía cósmica  que llaman  Espíritu Santo, «vehículo del perfecto reflejo universal de Dios o Conciencia Crística» , según palabras de Paramahansa Yogananda recogidas en su libro «La segunda venida de Cristo».

A través de la facultad intuitiva del Alma, se puede conocer la naturaleza de una persona, sin que la apariencia, su imagen  o su conducta externa interfieran al percibirlo internamente.

Esta capacidad intuitiva espiritual se va desarrollando a medida que se nutre  la Conciencia del Alma. Y en este proceso es que se avanza y se adentra uno en la CUARTA DIMENSIÓN ligada totalmente a nuestro cuerpo espiritual.

Permitamos que el Aliento de lo Sagrado se conecte a la Humanidad dentro de la Madre Tierra, a través del Portal abierto de nuestros corazones.

Salir de la confusión

mujer ante universoNuestro cuerpo emocional necesita estabilidad afectiva y firmeza de identidad y propósito. Si no es así,  confundimos los sentimientos y los expresamos  desde  un sentimentalismo exagerado y distorsionado.

El SENTIR muestra en primer lugar nuestro  estado de ánimo pero también la sensibilidad de nuestra alma.

El AMOR, que es tan inmenso e inagotable, lo reducimos al enamoramiento ilusorio o a un afecto práctico e interesado. No somos capaces de adentrarnos en él,  descubrir su pureza y experimentar su grandiosidad y esencia  incondicional.

El AMOR queda rebajado y reducido por la energía avasalladora de los miedos y un Ego dominante.

La pureza del Amor es dada cuando la mente no interviene, no duda, no juzga, no presupone, no exige, no manipula … sólo el corazón,entonces, se entrega.

Desde la inocencia del Ser, el Amor muestra su esencia.

Pero cuando la mente no está desarrollada -centrada- confundimos la Inocencia con la Ingenuidad. Y desde la Ingenuidad somos engañados (nos dejamos engañar).

Nos dejamos engañar porque una mente débil prefiere vivir en el mundo de la ilusión... le resulta más cómodo, aparentemente. … uno se parapeta tras sus miedos.

Desde el mundo ilusorio que crea la mente débil se prefiere no ver ni oír la Verdad ni la Realidad… uno no se siente capaz de afrontarla, se infravalora y por eso ni lo intenta ….

La ilusión es vanidad y orgullo del Ego y nos ciega; nos vuelve ilusos e ingenuos. Debilita la voluntad y la energía vital.

Todo lo contrario que la INOCENCIA que nos mantiene en la pureza de nuestra esencia. Conectados con nuestra Alma.

Conocernos a nosotros mismos es el gran primer paso.