
Tengo una nueva imagen de surcos y pliegues, de pelo blanco indomable, de movimiento pausado, de recogimiento paciente. Todo ello lo proporciona los muchos años vividos. El no reaccionar ante la agresividad. El no caer en la trampa del enfrentamiento. Sólo el entendimiento puede ayudar a trascender todo bloqueo mental y emocional que nos corta el paso del camino hacia la libertad de nuestro espíritu.
Tengo un nuevo sentir por haber hecho incursiones en mi interior, He visto la oportunidad de explorar otras dimensiones de mi Ser y eso me vuelve cada día más simple de pretensiones y necesidades. Me he hecho responsable de mi influencia dentro de la Conciencia Colectiva, con mi hacer y estar.
Ya toca que todos aprendamos a transformar el sufrimiento; despojarlo del victimismo; de ese regocijo de lástima por uno mismo que lo perpetúa en un dolor gratuito irrelevante e inútil.
Cambiar el sentido del dolor, aceptándolo somo combustible para un mejor aprendizaje. Tomarlo como desafío para seguir avanzando. Y que ese reto sirva de motivación para nuestro fortalecimiento.
Por el respeto que le tengo a la Madre Tierra, me sumo a los miles de millones que vivimos en son de paz para que algún día sea posible vivir en armonía toda la raza humana con todos los seres vivos que habitamos este planeta.
Como dijo Oscar Wilde «Mi evolución es constante, permítanme presentarme de nuevo»