DEJAR EL PASADO EN EL PASADO no es fácil pero es necesario. Todos tenemos asuntos emocionales pendientes por cerrar. Si no nos atrevemos a enfrentarnos a ellos seguimos cargando con el pasado a cuestas.
Cuando hemos hecho daño a otra persona y la hemos dejado sufriendo. Cuando hemos desatendido nuestros deberes con nuestros mayores. Cuando ha habido engaño, ofensa, incumplimiento de promesas … o al contrario, el daño nos lo han hecho a nosotros. En cualquier caso las acciones a seguir es la del perdón y la aceptación, desde el corazón.
Está el que se fue enfadado de la casa paterna sin resolver algún asunto… y ha comenzado una nueva etapa pero con la mente y el corazón no enteramente libres para afrontar lo nuevo.
Muchos no se sienten contentos consigo mismos sin saber porqué; se sienten frustrados, con ansiedad, depresivos, irritables … y dicen que no saben la razón, no le dan importancia a lo que creen ya está olvidado pero que en realidad sigue siendo una herida abierta en el corazón. La verdad es que no se quiere reconocer que tienen asuntos pendientes por resolver y sanar.
Cuando nos hacemos conscientes de que «algo» nos está impidiendo sentirnos felices aunque externamente lo tenemos todo, entonces es el momento de ir a nuestro INTERIOR y escuchar a nuestro corazón. Con toda seguridad encontraremos qué es lo que nos perturba o cuál es el obstáculo por solucionar.
Cualquier emoción del pasado por resolver -resentimiento, rabia, miedo, incógnita,…- debemos pararnos y enfrentarnos a ella. Es la única manera de liberarnos de esa carga.
El sentimiento de vergüenza o una conducta de agresividad, fobia, aislamiento, … todo lo que arrastramos con nosotros y nos lleva a las adicciones, a necesitar fármacos o a la incapacidad de relacionarnos con los demás, necesita de una limpieza emocional del pasado.
Tenemos que saldar los asuntos emocionales pendientes. Liberarnos de toda carga que reprimimos y nos causa tensión y enfermedades.
Y tomar la costumbre de que, enseguida que aparezca un problema, solucionarlo inmediatamente. NO POSPONER. Resolver de inmediato hablando lo que nos preocupa, evitando malos entendidos, buscar siempre el consenso desde la buena voluntad y disposición… así nos sentiremos más contentos con nosotros mismos.
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