Diferenciar Alma de Espíritu

Todos tenemos una Conciencia personal, local; «de andar por casa». Pero nos conviene saber que también existe la Supra-Conciencia y la Conciencia Universal de la que formamos parte para que aspiremos alcanzarlas y beneficiarnos de lo que ya somos en su totalidad.

El Alma contiene nuestra historia, no nos abandona ni después de la muerte. Es como nuestra guardiana silenciosa; no se entromete, no enjuicia. Se encarga de recopilar los hechos de nuestras vidas -nuestro historial- que nos serviría de mucho a la hora de hacer recapitulación de nuestros actos, para nuestro aprendizaje y evolución.

El Espíritu (Supra-Conciencia) es la expresión auténtica de nuestra esencia e identidad y se expresa cuando despierta en nosotros el sentido de unicidad con la Conciencia Universal.

Desde la comprensión y entendimiento de estas profundas verdades -que están en cada uno de nosotros- es que conseguimos clarificar nuestra Mente llevándola hasta la lucidez de la Intuición y purificar así nuestro corazón de toda emoción y sentimientos negativos, como la codicia, envidia, ira, despecho, egoísmo, etc., para salir, cada vez más rápido de los niveles bajos de Conciencia.

Aspiremos a tener una vida de calidad, son cuatro días. Seamos agradecidos. Seamos impecables.

Mi identidad; lo que soy.

Cuando estamos atentos aparecen las señales.

Nada puede ser forzado ni tampoco sirven las experiencias prestadas.

Yo soy lo que soy, esa es mi identidad. Me reconozco desde el silencio.

La relación que mantengo conmigo misma es mi entidad. Unidad del Ser..

Enormemente sola y enormemente libre. Des-identificada del personaje.

En paz con la existencia. Me acepto. Mi Conciencia es mi guía y luz.

Enraizada en la tierra, unida al sol del día y a las estrellas de la noche.

Soy la luna en todas sus fases. Con ella brillo o me escondo (recojo).

«¿Cómo sentirme serena en situaciones inciertas?», me pregunté.

Y apareció el mensaje cuando ya me había rendido y dejé de pedir:

Apareció de la nada una garza sobrevolando muy bajo mi casa. La miré muy sorprendida y mi corazón se llenó de certeza «sigue adelante, atenta a las oportunidades para aprovecharlas rápidamente. Tu espíritu te guía».

Cada acción que emprendo es un paso más para desplegar mi propósito. Me siento agradecida.

Conviértete en el dueño de tu existencia y tu vida será guiada fácilmente por tu Ser.

El lado espiritual de la vida

No tener en cuenta nuestro lado espiritual, nos crea, aunque sea insconscientemente, añoranza vital, apatía y desánimo cuando no le encontramos un sentido a la vida.

No tener en cuenta nuestra alma y espíritu, nos aleja de nuestra realidad innata y por tanto, estamos desconectados de nuestras facultades más importantes: la intuición, nuestro sexto sentido, que nos permitiría experimentar nuestra divinidad y conexión con Dios.

Entender qué nos sucede interiormente. Cómo nos sentimos, independientemente de cómo «estamos» exteriormente, es lo que libera nuestra Alma.

Conectar con el Alma proporciona el gran beneficio de comenzar a hacerse responsable de uno mismo y de nuestro destino.

Haces y piensas (crees) según se supone que debes hacer y pensar, no de acuerdo a lo que tu sientes e intuyes (te dicta tu corazón).

Defendamos nuestra libertad intrínseca que es intransferible e inalienable, y que está ligada a nuestro espíritu y alma.

Aprender a desaprender

Tu Alma es como una placenta etérica que envuelve a tu espíritu. Y así es como has llegado a este mundo físico y denso. No se trata de evolucionar sino de gestar lo que ya está en nosotros y alumbrar a nuestro Ser esencial para que vuelva a sus Orígenes.

Para tomar Conciencia de quiénes somos, primero tenemos que limpiar la Mente de toda creencia y pensamientos prestados o impuestos que nos limitan y distorsionan nuestra realidad.

Dejar atrás y vaciarse de conceptos que nos han ido condicionando, alejándonos de nuestra identidad .

Desbloquear emociones que han quedado estancadas y dañan y enferman nuestro cuerpo físico, mental y emocional.

Una vez hecho este trabajo, tenemos vía libre para la transformación. Hay que sacudirse la apatía y las resistencias en las que habíamos caído y emprender la nueva etapa que comienza desde la inspiración y la creatividad.

Dar sentido a la vida

La Compasión hace desaparecer toda diferencia desde la visión del corazón espiritual.

Y, si desde ese estado, encuentras un sentido a tu vida, sea cual fuere, habrá valido la pena y te sentirás satisfech@ contigo mism@.

Entra en el templo de tu corazón para nutrir tu Alma.

Conecta con tu espíritu y no te sentirás nunca más solo o abandonado.

Así es como podrás expandir tu Conciencia y tu Luz.

No ha sido tu Mente quien ha elegido ser quien eres o vivir estas experiencias de vida. ¡Tu espíritu ya era!

La realidad que estamos viviendo a nivel terrenal sólo requiere de mucha paciencia y confianza absoluta en el Orden Divino. Sabe que existe una Realidad mayor y eterna. Acógete a ella cuando tu voluntad y fuerzas se debiliten. Reactiva tu corazón de energía sutil que es la del Amor Puro incondicional y te sentirás nuevamente henchido de Dicha.

Un abrazo de Luz a todos los seres.

Entrenamiento espiritual

Tu propia sabiduría es la que cuenta.

Al subir una escalera, si me preguntas si cada escalón es igual a los siguientes, te contesto que sí, pero no por ello te debes quedar parada en el que estás e ignorar los siguientes. Tienes que seguir subiéndolos para llegar arriba, por muy iguales que sean. La escalera es simplemente el instrumento para conseguir tu objetivo de subir y llegar arriba.

De igual manera, si me preguntas si la espiritualidad trata sobre el Alma y el despertar la Conciencia y me dices «ya sé lo que es»… pues sí, ya has escuchado una y otra vez sobre el tema. La diferencia está en que cada escalón que subas te llevará a un nivel de entendimiento superior.

Cada escalón que subes, te proporciona una nueva y mayor perspectiva panorámica de la Realidad y de ti mismo.

El entrenamiento espiritual es un proceso evolutivo que nunca termina, enfocado en un objetivo: conocerse a uno mismo para alcanzar un estado interior de paz y plenitud. Es la fusión con el Ser esencial que nos habita. Nuestro espíritu eterno.

La acción siempre es la misma: A cada paso que damos estamos deshaciéndonos de todo lo inútil, si vivimos desde la Conciencia del Ser. Tenemos el control sobre los sentidos. Avanzamos desde la confianza en un Orden Superior. En el Ser Supremo. Dios.

Nuestros centros energéticos

Desde el REIKI le llamamos ejercicio de auto-sanación o alineación de los chakras al ejercicio que te ayuda a trascender la mente y a conectar con el Ser esencial que eres.

Si haces el ejercicio todos los días, poniendo las manos en cada chakra,* de arriba abajo, sentirás cómo cada vez más se fortalecerá tu certeza de que principalmente eres Luz (energía) y que ésta emana de la Conciencia Superior.

Comienzas entonces a experimentar cómo funcionan y están separados, el yo-personaje que se mueve en el Plano material y el ALMA, que es ilimitada y puede despertar en ti, la Presencia Divina que habita en tu corazón.

Detrás de tu idea de individualidad existe una «intuición» que sobrepasa a la mente y es la de poder experimentar que el UNO nos incluye a todos los seres vivos y a toda la creación.

Lo que nos confunde y nos hace tener miedos y sentirnos abandonados o perdidos es justamente el habernos desconectado de nuestro Origen… habernos alejado de nuestra esencia y naturaleza.

Así que «si tu espíritu quiere volar más alto que las palabras; dale alas», como muy bien dijo alguien.

  • en este Blog puedes encontrar cómo realizar este ejercicio que yo te animo a hacer. Llevo más de quince años haciéndolo y sé que es lo que me mantiene conectada con la Conciencia Superior que me guía, con Dios.

Creencias y espiritualidad

Quien se identifica con orgullo «yo soy creyente¨ no dice gran cosa.

El creyente es un ser adoctrinado espiritualmente. Solo cree quien no tiene capacidad para cuestionar o trascender los pensamientos e ideas de otros, quien delega en otros su facultad de experimentar la riqueza del cuerpo y universo espiritual. Y eso significa alejarnos de nuestra semejanza a Dios y nuestro potencial divino.

Los Mensajes y Revelaciones que nos han sido trasmitidos por los profetas y Maestros es para que los activemos en nuestro corazón. No son palabras a memorizar o mandatos a seguir ciegamente. Son «semillas de Luz» para que sembremos en nuestro corazón y nos ayuden a expandir nuestra Conciencia.

Seguir una disciplina espiritual con algún tipo de interés personal, ralentiza los efectos de la misma. Para que se origine la apertura de Amor Incondicional en nuestro corazón debemos exponernos espontanea y sinceramente a la Divinidad dentro de nosotros.

El «hágase en mi Tu Voluntad» son mucho más que palabras. Es una vibración potente que expresada desde el corazón rompe los obstáculos que hubiesen para sentir la Presencia divina en nosotros.

Nos olvidamos fácilmente, en este sociedad materialista, de que tenemos un cuerpo espiritual al que nutrir. Todas las enfermedades mentales que hasta los niños y jóvenes comienzan a padecer como la ansiedad y el estrés, no son más que los síntomas externos de una humanidad vacía y perdida que no escucha el clamor de su espíritu.

Cuidemos y desarrollemos nuestro estado de Conciencia, esa es la clave. Dejemos de lamentarnos, de exigir a los demás. Seamos uno con nuestro espíritu.

No perdamos tiempo

«La vida no es tiempo sino esencia»

Contabilizamos la vida de una manera demasiado racional y mental, sin tener en cuenta nuestra esencia. Hacemos de las opiniones, sentencias. De las suposiciones, juicios. Inclusive sobre el Amor hacemos cálculos y lo queremos convertir en una operación que nos aporte ganancias. Pretendemos que la vida sea una inversión con intereses (materiales).

Dividimos el tiempo en diferentes períodos pero sin darnos cuenta que, con las prisas, hemos dejado atrás una parte importante de nosotros mismos: nuestro niño/a interior: nuestra inocencia.

Nos regimos y hasta nos mentalizamos de que nuestro comportamiento y lo que conseguimos, debe estar acorde al momento en el que estamos viviendo. A partir de cierta edad no está bien visto el llorar o el saltar de alegría … el qué dirán los demás tiene mucho peso y nos condiciona. Vivimos cohibiendo a nuestro Ser real.

Tenemos una mente que razona pero también un corazón que siente. Si conectamos además con el ESPÍRITU que habita en nosotros, tendremos la fuerza necesaria para traspasar el muro de condicionamientos que la sociedad impone.

Esto supone y significa que nuestra Conciencia dará forma y realidad a nuestros sueños. Comenzará a despertar nuestra intuición, ese sexto sentido que, como voz interior, todos tenemos pero que no nos detenemos a escuchar.

La flexibilidad física y mental son imprescindibles para poder navegar por la vida sin naufragar ni encallar en la rigidez de creencias y actitudes estrictas.

Siente curiosidad por descubrir quién eres. Y date así la oportunidad de crecer según tu propio ritmo y esencia.

El Alma

corazon rojo y amarilloEl conflicto y el sufrimiento se crean a nivel mental. El dolor puede ser a nivel físico pero también se filtra emocionalmente en el corazón. Más profundo está el tormento del Alma, cuando queda desconectada de lo divino en su Ser o queda interrumpido el flujo del Alma de la persona que ama o de la Divinidad misma.

Mientras se vive en la inconsciencia del Ser, el Alma está dormida y la existencia se limita al mundo exterior. Siendo así, no somos conscientes ni actuamos desde nuestro potencial divino que radica en el Amor Puro y la Compasión… éstos son los estados superiores del espíritu.

Pero cuando la Conciencia y el Alma despiertan, se expande nuestra visión del mundo y se descorren los velos que nos velaban de la Realidad. A partir de ahí, es nuestra Alma la que nos alumbra el Camino.

Cuando el corazón está cerrado asfixia el Alma. Y esto ocurre cuando sólo se vive hacia lo externo y material. El sentimiento de vacío y abandono invaden la mente y el corazón.

Abramos el corazón al Amor y el Alma dejará salir su Luz por las ventanas de nuestros ojos, a través de la voz irradiará dulzura y se abrirá nuestra capacidad de escucha e intuición.

La vida se transforma y nace la felicidad y la paz interior.