El conflicto y el sufrimiento se crean a nivel mental. El dolor puede ser a nivel físico pero también se filtra emocionalmente en el corazón. Más profundo está el tormento del Alma, cuando queda desconectada de lo divino en su Ser o queda interrumpido el flujo del Alma de la persona que ama o de la Divinidad misma.
Mientras se vive en la inconsciencia del Ser, el Alma está dormida y la existencia se limita al mundo exterior. Siendo así, no somos conscientes ni actuamos desde nuestro potencial divino que radica en el Amor Puro y la Compasión… éstos son los estados superiores del espíritu.
Pero cuando la Conciencia y el Alma despiertan, se expande nuestra visión del mundo y se descorren los velos que nos velaban de la Realidad. A partir de ahí, es nuestra Alma la que nos alumbra el Camino.
Cuando el corazón está cerrado asfixia el Alma. Y esto ocurre cuando sólo se vive hacia lo externo y material. El sentimiento de vacío y abandono invaden la mente y el corazón.
Abramos el corazón al Amor y el Alma dejará salir su Luz por las ventanas de nuestros ojos, a través de la voz irradiará dulzura y se abrirá nuestra capacidad de escucha e intuición.
La vida se transforma y nace la felicidad y la paz interior.
Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
Bellisimo. Gracias. Me ha encantado. Un beso