La serenidad

La serenidad es lo que emana una persona espiritual.

La serenidad es la semilla que al germinar en el corazón, se transforma en paciencia, aceptación, paz, fe, amor … y expande todo esa fragancia y luz a su alrededor de forma inconfundible.

Crear ese estado de dicha interior, necesita dedicación y disciplina al principio. Es como quien quiere encender una hoguera, primero tiene que recoger leña, encontrar el sitio adecuado y protegerlo con piedras alrededor del fuego que quiere crear, para poder controlarlo.

La leña son los valores y virtudes que iremos juntando. El círculo de piedras para contener el fuego, es la práctica del control de la Mente y conexión con el centro del corazón, donde haremos la hoguera. La llama la crearemos desde la intención y el Amor incondicional.

Para mantener encendido este fuego debemos alimentarlo con pensamientos y actos de amor todos los días. Así es como nutriremos y sostendremos el calor y la luz de la Conciencia en nosotros.

La esencia de este estado, la Serenidad, se irá afianzando día a día hasta hacerse perenne. Y mientras este fuego esté vivo e ilumine nuestra Conciencia nos sentiremos a salvo y en estado de gratitud.

Los cambios externos e internos

Como en todo movimiento de renovación, bien sea por decisión propia o bien que seamos empujados a ello por situaciones externas, -en cualquier caso- se requiere en primer lugar de dedicación a uno mismo, -de adquirir conocimiento de uno mismo- para alcanzar la comprensión total de la oportunidad que se nos presenta y actuar correctamente.

Es a partir de ahí que nos concentraremos en qué queremos conseguir con el cambio, qué cosas nuevas deseamos entren en nuestra vida y de qué cosas queremos deshacernos.

La transformación tiene que ir más allá de un planteamiento o deseo mental. Porque a nivel profundo, ocurre por sí misma; se ensancha nuestro entendimiento. se amplían las perspectivas y espacios de posibilidades, Sentimos, inclusive, cómo se «dilata» nuestro corazón y experimentamos una mayor liviandad emocional.

Comienza el acercamiento a nuestro Ser, para reconocerlo. Experimentemos el Poder de la INTENCIÓN. Cuanta más implicación, sincera y total, mayor y profunda será la experiencia.

Nuestra capacidad de percepción y sensibilidad crecen. Nuestra Conciencia se intensifica y presiente, intuye.

Estemos atentos a las señales, y mostrémonos agradecidos.

Sanar con Reiki

Esta práctica habrá existido desde siempre: LA SANACIÓN A TRAVÉS DE LA IMPOSICIÓN DE LAS MANOS. Fue la forma de sanar de Jesucristo y de muchos más sanadores. El japonés Mikao Usui, en 1922, le dio el nombre de REI-KI que significa la unión de la energía del universo con nuestra energía vital. Millones de personas se han beneficiado y se siguen beneficiando de esta práctica, ya considerada por la OMS, como una medicina complementaria y alternativa.

Usui creó un sistema para concentrar el Poder de esta energía cósmica sanadora, desde la invocación y la intención. A través de una revelación. recibió unos símbolos que se utilizan como llaves para abrir y cerrar los cuerpos: físico, mental, emocional y espiritual, así como para manejar la energía a distancia, no importando cuan lejos sea. Y con la característica de que esta Luz sanadora se mueve de manera simultanea, es decir, en el mismo momento en que se da, sin importar la distancia, la otra persona lo recibe.

Una vez iniciados, como Canal de REIKI, hacemos el llamado a la Presencia Divina con el propósito de mandarle Luz sanadora al corazón y al Alma de otra persona así como a sus centros energéticos para que las fuerzas cósmicas, restablezcan el fluido correcto en los diferentes cuerpos; físico, mental, emocional y espiritual además del campo astral.

Es la mejor forma de auto-sanación. No hay que buscarle una lógica o razonamiento porque no la tiene. Las energías pertenecen al mundo «invisible» y REIKI es un sistema de armonización natural de nuestras energías con las energías del Universo.

Todo está en ti y en mí

Trabajemos con la energía de la Intención

Haz que tu subconsciente te escuche, que se familiarice con tu voz.

Pon tu oído interior y los demás sentidos en alerta, relajadamente.

Integra en ti, desde la quietud y el silencio, lo que percibe tu Ser.

Crea nuevos hábitos, como hacen los niños, desde la perseverancia.

Que tu Alma participe en la fiesta que se celebra en tu corazón.

Cada nuevo día amanece para ti para que cultives tu Conciencia.

Vive en paz contigo mismo porque esa es la verdadera y única real paz.

Tomar decisiones

«Yo soy un árbol y tengo muy poco espacio para enraizarme en la tierra; bueno, me expandiré como pueda y creceré…»

Lo más importante es estar en paz con uno mismo. Y se consigue simplificando la vida, adaptándose a lo que surge, aceptando y sorteando todo lo que aparece en nuestra vida, sintiéndolo como un desafío.

Se trata de tomar decisiones. Posicionarse sin dudar. Y para ello uno tiene que saber quién es y qué es lo que quiere.

Cuando pequeños, ¿queríamos estar entre los que tenían éxito y liderazgo o entre los perdedores y serviles? ¿Estar entre los fuertes o ser de los débiles?

Mi abuela materna era de una aldea en Teruel. Todos trabajaban haciendo alpargatas y ya lo sabían desde pequeños que ese era su destino; no había alternativas. Mi abuela con quince años dijo que ella no se iba a quedar en la aldea ni iba a coser alpargatas y se marchó a Barcelona. E hizo lo que tantas mujeres, jóvenes y niñas hacían entonces en España para salir de la miseria: entrar de interna en una casa de gente adinerada. Y llegó a ser una gran cocinera hasta que reunió lo suficiente para montar su propio negocio: una panadería.

Determinación. Voluntad. Tomar resoluciones con el fin de conseguir algo. Lo contrario vendría a ser; quejarse, justificarse, resignarse, amargarse … en lugar de resolver… donde entra también la aceptación, por supuesto.

El poder de decisión. La intención clara. La fortaleza de ánimo. Todo ello hace posible que uno se abra camino.

Luego están las cosas que nos echan para atrás, como no tener confianza en nosotros mismos; los miedos al fracaso… también el no tener claro lo que uno quiere en la vida… si sientes que no hay nada que valga la pena esforzarte, entonces se hace imposible sacar fuerzas para hacer o para luchar por ser… esa falta de energía vital y entusiasmo también tiene solución.

Marquémonos pequeñas metas. Tengamos claro qué queremos hacer con nuestra vida. Visualicemos nuestro futuro, cómo queremos que sea.

… y luego nos relajamos, estando atentos. El brujo Don Juan del escritor Carlos Castaneda lo llamó «desatino controlado«.

Confianza absoluta en que existe un Orden Superior que, si tenemos una intención firme y clara, nos será atendida… o no.

REIKI, energía del universo

Dicen que sentir el dolor de una persona que está sufriendo solo es posible para las grandes almas. Yo puedo asegurar que, siendo Canal de la energía universal REIKI, uno entra en el estado puro de Compasión y siente en sí mismo el dolor del otro. Entonces se pone al servicio por el Bien común, sin más. Todos podemos conseguir ese nivel superior de Conciencia.

El dolor, sea físico o del alma, es entregado al sanador en el mismo momento en que él se entrega como Canal de sanación, y pasa a través de él, la energía sanadora del universo.

Aquí no tiene cabida la lógica, es cuestión de Fe. Sólo a través de la vivencia propia es que se acepta aunque no se comprenda desde la mente, el Poder de las Energías Superiores, que son reales cuando se las invoca desde la pureza de la intención.

El REIKI, cumple la función de sanar el Alma para que se sane el cuerpo físico y la mente. Dentro de un proceso de inspiración, el sanador se conecta con el alma del enfermo, abriendo así – a través de la INVOCACIÓN- el Canal que lo conecta con la energía del AMOR INCONDICIONAL UNIVERSAL.

Todo es vibración. Todos somos ENERGÍA. Y ella, la del Amor Incondicional, es la que sana. Es la que purifica nuestros pensamientos, nuestro sentir, nuestro corazón, de todos los condicionantes y heridas del pasado. Nos devuelve nuestra condición de seres de Luz.

Se hace preciso sanar en profundidad pero no sólo el cuerpo físico sino nuestra Alma y corazón. Desde el Amor. Y REIKI es una Vía clara, sencilla y eficaz para lograrlo.

Momento para actualizarse

Se construye desde la intención y la constancia

Cuando nos damos cuenta de que nuestro cansancio ha traspasado todo límite razonable.

Cuando sentimos que el vacío que sentimos no es justificable.

Cuando nos cuesta sentir alegría y nos pasamos el día quejándonos.

Quizás sea ya el momento de decir BASTA y tomar conciencia de que todavía tenemos mucho por GANAR.

Y paramos por un momento nuestra vida y nos ponemos a pensar y a observarnos.

Ya no queremos seguir escondiendo quien en realidad somos ni falsear nuestra identidad. Ya no más detrás de sueños que no son nuestros o son solo fantasías. Siempre tomando aire prestado sin creer que nos merecemos ser libres para tener nuestro propio espacio…

ACTUALIZARNOS se hace imprescindible para deshacernos de todo lo inútil.

Para ello necesitamos desbloquear emociones y conectar con nuestro corazón espiritual.

Aprender a dejar el pasado en el pasado siendo observadores de nosotros mismos, viviendo en el Presente.

En GRANADA tenemos un Taller diseñado con este objetivo: ACTUALIZARNOS. Sábado 16 de febrero. Reserva tu plaza y pide más información crisgomiz@hotmail.com

Hacernos conscientes

ser y menteLa vida está orientada a hacernos avanzar hacia un nivel superior de Conciencia.

Si nuestro Ego se resiste a ello, viviremos en el sobre-esfuerzo y el sufrimiento. Si cumplimos con nuestra esencia, fluiremos dentro de la Naturaleza y el Universo.

Para llegar a esta «aceptación» de ser quien uno es, debemos primero conocernos a nosotros mismos y experimentar cuál es nuestro propósito de vida.

Llegar a entender un día que, cada momento de nuestra vida -cuando la vivimos conscientemente-, estamos refinando nuestro Yo, estamos atentos a descubrir nuestros talentos y preferencias así como nuestras debilidades, … y nos permitimos hacer elecciones sin sentimientos de culpa o de obligación… pero esto sucede cuando somos capaces de vivir desde nuestra Conciencia, …

Hacerme consciente significa tener Conciencia de mi mismo/a. E ir desarrollándola a medida en que mi mente está cada día más atenta en el presente, volcada enteramente en lo que hace.

Me hago más consciente de mi mismo/a cuando sé cuáles son mis prioridades y organizo mi tiempo de acuerdo a ello, aprendiendo a relativizar todo lo demás.

Me hago más consciente de mi mismo/a cuando no necesito del reconocimiento de los demás para saber que estoy haciendo lo correcto. Mi corazón ya sabe distinguir lo certero de lo sólo probable y de lo dudoso.

Me hago más consciente de mi mismo/a cuando reconozco lo que tiene valor real en mi proceso de crecimiento y eso me ayuda a asumir retos sobre mi Yo y mis emociones.

La vida diaria es una combinación de estados de conciencia que fluctúan a la par con las energías del Universo. Seamos Observadores de los mecanismos de nuestro Ego -del personaje- y sepamos distinguirlo del Yo Superior -nuestra Alma-.

Aprendamos a modificar los patrones y creencias rígidas a través de la meditación o la oración. El desarrollo de la Conciencia nos trae un cambio de percepción, de entendimiento y de intención.

No se trata de nuevos sistemas sino de una Conciencia amplificada a nuevas visiones de nuestro Ser.

La Conciencia

chakras 7La Conciencia tiene dos aspectos que deberían ir unidos: ATENCIÓN e INTENCIÓN.

Desde la atención plena, llenamos de energía lo que queremos conseguir o desarrollar. Podemos crear. Partiendo de una idea damos vida a un deseo y en la medida en que nuestra atención sea completa veremos materializarse nuestro deseo… si somos perseverantes y pacientes.

La intención es necesaria para seguir avanzando, con ella transformamos desde la acción. Pero existe un requisito: claridad mental y anhelo puro.

Pasamos a una Conciencia más elevada cada vez que, como Observadores, experimentamos nuestro avance gracias al entendimiento. Y también a la fluidez mental.

El Saber aligera la densidad de la mente. Cada vez más, la vida se va simplificando a la par que avanza en comprensión.

Y en la medida en que se prospera en conocimiento de uno mismo, también crece la compasión y el sentido de unicidad.

Todo esto nos lleva una vida …

Sin intereses

MANO LUZLa clave para no engañarnos a nosotros mismos, cuando tenemos un deseo profundo y sincero, es estar atentos a que nuestra mente no esconda ningún interés egoísta que mancille el propio deseo. Lo que se anhela debe estar libre de codicia, vanidad o que detrás del mismo deseo no haya la intención de obtener algún otro provecho.

Las cosas del corazón se hacen limpiamente. Para atraer lo que deseas no tiene que haber intereses ocultos.

Si el agua está turbia debemos esperar a que se asienten los posos para que se vuelva clara y cristalina. De igual manera, debemos dejar que los pensamientos se asienten para que toda idea de interés, más allá del propio deseo, no entre en el corazón.

¿Son nuestros deseos claros o están empañados por intereses? Deseamos amar pero más que nada para ser amados. Somos amables y bondadosos mientras nos reconozcan nuestros valores. Buscamos el amor pero por miedo a la soledad. Queremos tener hijos para que llenen nuestras carencias afectivas …

¿Tengo un deseo sincero o sólo es un pensamiento que persigue un interés? ¿Estoy buscando una ganancia o es un anhelo real?

Seamos sinceros con nosotros mismos a la hora de desear e indaguemos en nuestro corazón la razón verdadera que nos lleva a querer conseguir algo.