Integrando lo humano con lo divino

En nuestro cerebro y en nuestro corazón existe una sala de conciliación. Éste es un espacio al que podemos acudir regularmente desde la humildad y vacíos de sentimientos egoístas para encontrarnos con nuestro Ser esencial y eterno.

Desde la Mente nos preguntaremos cuál es nuestra esencia porque el primer paso que debemos dar es el de conocernos a nosotros mismos. Para saber dónde estamos parados, hacia dónde nos dirigimos, quiénes somos.

Estando en la Mente seremos observadores de cómo funciona ella, de qué nos estamos disfrazando, cuál imagen es la que estamos dando y hasta qué punto nos estamos auto-engañando, por querer aparentar una realidad falsa por temor, desconocimiento o conveniencia.

Eso va a hacer tambalear la identidad que creíamos ser. Tendremos que volver a replantearnos muchas cosas pues la Conciencia va a comenzar a expandirse y va a ampliarse nuestra perspectiva de la realidad. Seamos valientes, este desafío merece la pena de ser vivido porque nos fortalecerá finalmente.

Cuando la Mente se despeja y se calma podemos ir a la Sala de Conciliación del corazón. Aquí se refleja quién eres de forma auténtica. Aquí, desde el sagrado silencio del corazón, podemos conocer nuestra misión de vida, siguiendo nuestra intuición, fortaleciendo nuestras virtudes. Aquí se nos esclarecerá qué hemos venido a resolver como almas en evolución.

Al unificar y sintonizar Mente/Corazón sentiremos cómo se ilumina el camino a seguir. Lograremos una reconciliación con todo lo que nos ha tocado vivir. Porque nada es casualidad y todo tiene un propósito.

Asumamos pues realizar el plan divino en nosotros.

Paz y Amor para alcanzar todo lo que nos propongamos y que el Universo tiene diseñado para cada uno de nosotros.

Creando una nueva realidad

Te entiendo sin que me hables, te siento y es suficiente.

Me llega tu sentir y es suficiente.

No quiero juzgarte; sé tu mismo.

No pretendo dirigirte ni convencerte de nada.

No tengo deseos de pensar sino de dejarme fluir en este estado de paz que me embarga.

Confío plenamente en el Orden Divino, no me preguntes de qué se trata o cómo es porque es algo que sucede más allá de la mente.

Simplemente permítete ir a tu corazón y siente tu esencia, tu amor, tu paz.

Comienzan a haber grandes cambios, alégrate, fluye, confía.

No perdamos tiempo

«La vida no es tiempo sino esencia»

Contabilizamos la vida de una manera demasiado racional y mental, sin tener en cuenta nuestra esencia. Hacemos de las opiniones, sentencias. De las suposiciones, juicios. Inclusive sobre el Amor hacemos cálculos y lo queremos convertir en una operación que nos aporte ganancias. Pretendemos que la vida sea una inversión con intereses (materiales).

Dividimos el tiempo en diferentes períodos pero sin darnos cuenta que, con las prisas, hemos dejado atrás una parte importante de nosotros mismos: nuestro niño/a interior: nuestra inocencia.

Nos regimos y hasta nos mentalizamos de que nuestro comportamiento y lo que conseguimos, debe estar acorde al momento en el que estamos viviendo. A partir de cierta edad no está bien visto el llorar o el saltar de alegría … el qué dirán los demás tiene mucho peso y nos condiciona. Vivimos cohibiendo a nuestro Ser real.

Tenemos una mente que razona pero también un corazón que siente. Si conectamos además con el ESPÍRITU que habita en nosotros, tendremos la fuerza necesaria para traspasar el muro de condicionamientos que la sociedad impone.

Esto supone y significa que nuestra Conciencia dará forma y realidad a nuestros sueños. Comenzará a despertar nuestra intuición, ese sexto sentido que, como voz interior, todos tenemos pero que no nos detenemos a escuchar.

La flexibilidad física y mental son imprescindibles para poder navegar por la vida sin naufragar ni encallar en la rigidez de creencias y actitudes estrictas.

Siente curiosidad por descubrir quién eres. Y date así la oportunidad de crecer según tu propio ritmo y esencia.

El Amor es Esencia.

El Amor no es un sentimiento. Ni siquiera un estado a alcanzar. El Amor es nuestra esencia. El Amor es la pura esencia permanente e invariable del Universo.

El Amor no se da o recibe. Se ES Amor. Se irradia. Se transmite. Nutre. Es Luz.

Cuando nuestra Esencia ha sido constreñida, manipulada o contaminada, los miedos nos invaden. Sentir desamor es el comienzo de la enfermedad -cualquiera-.

Entonces comienza a corroer la inseguridad en nosotros mismos, la falta de autoestima, la falta de fe y entusiasmo por la vida hacen su aparición en nuestra mente y corazón. Aparece el sentimiento de infelicidad y el alejamiento u olvido de nuestra esencia.

Ante este vacío, según el grado de Conciencia, la persona ve el mundo como su enemigo y proyecta hacia él todo su odio (miedos) y su incapacidad de relacionarse desde el Amor le convierte en un ser inadaptado, infeliz, exigente … víctima de sí mismo por su falta de amor hacia sí mismo.

Por otro lado, está la persona que vive desde el corazón y por muchas calamidades que sufra, las vive desde el Amor y la compasión. Son personas que han venido a este mundo con un «karma positivo», para servir a los demás desde el Amor. Nada les perturba ni enoja. Su Esencia está a flor de piel igual que su sonrisa y buen ánimo.

La clave está en conectar con nuestra esencia. Cada día dedicar unos minutos a percibir el Amor en nosotros para que nos nutra. Y es a partir de ahí cuando comenzaremos a irradiarlo y nuestra vida se hará más fácil en todos los sentidos. Gracias al Amor.

Percibir y Presentir

chakras 15Tu Esencia desprende un olor;  irradia y emite una vibración que se manifiesta y traduce como emoción o sentimiento … atrayendo más de lo mismo.

Así que podríamos decir que el miedo huele. La envidia huele. La alegría huele … pero la mayoría de los seres humanos han perdido el olfato, al contrario que los demás animales.

Los sentidos internos tienen esa particularidad; detectan más allá  de lo visible y concreto.  Con el sentido del olfato interno presentimos el peligro, por ejemplo. Si prestáis atención veréis que muchos animales utilizan esta facultad para su supervivencia y lo primero que hacen es  OLER para reconocer a la madre.

Pero nos negamos a PERCIBIR y PRESENTIR, dándole prioridad a la mente elemental, aferrados sólo a lo que ésta es capaz de captar.  La Mente debe ser desarrollada para que sea a través de la INTUICIÓN que podamos llegar a percibir y presentir las sensaciones más allá de lo palpable.

Cuando purificamos nuestra Esencia y conseguimos que nuestra fragancia sea de Amor y Compasión, la vida a nuestro alrededor se transforma por si misma.

Experimentemos. Alcemos la cabeza, con los ojos cerrados, abramos las aletas de las fosas nasales al inspirar  y captemos el prana o energía refinada que está en un ambiente puro y permitamos que se expanda por todo nuestro interior. Renovará y reactivará nuestra energía.

Ser auténticos

mujer sabiaCuando la mente nos domina nos volvemos rígidos y complejos. Cuestionamos tanto las cosas y a nosotros mismos que inconscientemente comenzamos a limitar nuestras capacidades  … nos volvemos demasiado serios, demasiado rigurosos, excesivamente letrados e instruídos…

Cuando se está en la mente se está «posando» para el exterior, intentando tener la mejor imagen.

Sólo es posible ser auténtico desde el corazón. Sintiendo.

No necesitamos de la ayuda de técnicas ni fórmulas para ser quien somos. Es más simple.

No sirven las oraciones mentales ni las directrices  de otros que anulan nuestra propia creatividad.

Cuando vibramos en sintonía con nuestra propia naturaleza nos despojamos de la falsedad.

Ser auténticos. Ser genuinos. Ser puros. Significa tener tal claridad y certeza en el corazón, -de quién soy-, que mi esencia es inmaculada. Y ello es debido a la conexión con el Alma.

Así que, vivir de adentro hacia afuera, es la clave.

Quien es auténtico no sufre las inclemencias del exterior; se resguarda en su corazón, junto a su Alma.

 

Tres grandes etapas

luz 15Comienzas el camino espiritual como «buscador«.
Al  no saber qué es lo que buscas exactamente, confías aparezca y se presente a tí. 
Sientes, intuyes, percibes, que tu anhelo abrirá la puerta a un nuevo devenir.
Paso a paso descubres que tu eres el protagonista de tu vida y te afanas a vivir como «observador» de ti mismo para crear Conciencia del ser que eres.
Y es a través de la experiencia -la experimentación de la Realidad- la que hace que se expanda tu Conciencia hacia otras dimensiones de tu ser.
Una vez te has deshecho de todo lo inútil en ti, entonces te conviertes en  «testigo«.
Tu mismo,  -tu esencia-, eres  lo que buscabas y observabas.
Integrado en el Todo, testificas la Unicidad.
Esto quiere decir, que tu individualidad ha desaparecido …
La Realidad es otra. Por fin aparece la paz interior.
La paz interior significa la ACEPTACIÓN.

Redefinirse

hombre viejo gorro coloresLos hábitos nos envejecen, así que podemos reinventarnos  una vez más por el simple disfrute de la genialidad en nosotros.  Vamos a deshacernos de la imagen restrictiva que tenemos de nosotros mismos.

Vamos a permitirnos descubrir qué parte de nosotros es sólo apariencia. Y qué hay de verdadero en nuestra vida.

Sepamos que no sólo existe lo que ya es evidente; aventurémonos a explorar otras posibilidades. No sólo es válido lo que creemos y de lo que hoy estamos  convencidos  puede que mañana encontremos algo que lo supere y sea mejor.

Sin nada definido o decretado, dejarnos sorprender todos los días y tener la capacidad de maravillarnos con las cosas más sencillas;  desde la ilusión y el entusiasmo por la vida.  Desde el agradecimiento.

Salirnos de las formas y de las normas porque para fluir tenemos que ser flexibles; física, mental y emocionalmente. Tenemos que deshacernos de todo el peso del pasado y de todas las preocupaciones por el futuro. ¿es posible?

Sí, es posible renovarnos. Dejar de tener reacciones predecibles y mecánicas. Salir de la densidad mental y viajar al corazón y SENTIR que somos esencia, sin forma e  infinitos.

 

 

 

El Mundo Imaginal

ser y universpEn el sufismo se le conoce como el Mundo Imaginal.  Entras en él al trascender la mente y te deja ver y sentir todo como si mirases a través de una lupa poderosa y como si tu piel y todos tus sentidos se potenciasen por mil.

Al oír música, la escuchas, te agrada, te alegra el ánimo. Cantas, bailas, te entretienes con ella y ya está. Pero en el Mundo Imaginal, además, tú mismo te conviertes en música. Eres los instrumentos. La escuchas desde “dentro” del sonido. Tu mismo eres el compás, el ritmo y la cadencia, eres la vibración de que se compone. Eres el espacio donde se deja oír la melodía y donde se esparcen las ondas. Eres tú, la armonía de sus notas. Y esa experiencia te hace sentir vivo. Te sabes VIVO en la inmensidad del instante en que se produce. Dure lo que dure. Eso no tiene importancia porque no existe el tiempo en el Mundo Imaginal. Sólo disfrutas el momento en el que está sucediendo: eres ese presente.

En el Mundo Imaginal sólo se experimenta, no existe el pensamiento. Es el “yo mental” el que se encarga de analizar, observar, tomar apuntes, juzgar, guardar información. Pero tu  Esencia; vive la experiencia en sí misma, conoce a través de experimentar, vi-ven-ciar.

Es el “yo” el que se preocupa ¿habrá más? ¿Qué pasará cuando termine? ¿Será esto producto de mi imaginación? Tu Esencia, vive el momento como algo único, nace y muere en cada acto que experimenta para volver a renacer más fuerte. Es el “yo” el que tiene miedo y programa para asegurarse que después, más tarde, -agarrándose al ilusorio tiempo- haya más cosas por hacer que le aseguren está viviendo.

Pero tu Esencia –tu espíritu-, simplemente deja que las cosas sucedan. Se aquieta y fluye, entonces los sentidos se abren y se adentra en el Mundo Imaginal donde no tiene cabida el Miedo ni lo Emocional. La Intuición llega y te desvela las alas que siempre has tenido pero que no sabías que estaban ¡Y es un disfrute moverlas! La Intuición te enseña a usarlas y te das cuenta que es fácil. Porque en el Mundo Imaginal todo es sencillo, maravilloso.

Aquí no hace falta cuidar de la imagen. No sé por qué pero ésta no tiene la menor importancia. Como no hay de qué presumir ni interesa engañar o impactar a nadie…, será por eso.

Aquí solo quieres abrirte y abandonarte al máximo;  FLUIR, dejar el yo para percibir el ser. Cuanto más te abandonas más percibes, más afloran tus capacidades… Cuanto menos MIEDO a perder el control tenga el yo, más se adentra uno en el Mundo Imaginal.  Más se diluye uno y deja el cuerpo físico atrás… y sobre todo, la mente.

La mente deja de ser la protagonista; ya no piensas quién quieres ser, simplemente ERES. Y ni eso. No hay palabras. Aquí las palabras no sirven para nada.

¡Dios mío! ¡Qué insignificante y qué minúsculo queda el mundo material! Desde el Mundo Imaginal todo lo físico y las cosas que pertenecen al yo, y todo lo material, dejan de tener la más mínima importancia. Ni siquiera el amor. Porque en el Mundo Imaginal eres ya parte de un Todo. Eres parte del Amor Incondicional que conforma el Universo. No existes individualmente, no existen los sentimientos, las emociones. Sólo el gozo de la Plenitud.

 

Alma y Espíritu

ser completo

Para entender la diferencia entre Alma y Espíritu, podríamos decir que los sentimientos y las emociones revisten el alma que vibra al nivel del corazón. Pero el alma a su vez, cubre al espíritu  -nuestra esencia- que contiene el código sagrado de nuestro Ser eterno  y  está conectado con la Conciencia Suprema.

El espíritu es nuestra esencia, que es eterna, por lo tanto está libre de dolor y  sufrimiento. No se ve afectada por nada del «yo-personaje». El espíritu nutre  nuestra energía vital con la energía del Universo; es el que mantiene el vínculo de conexión con el Ser Primordial y Absoluto.

La Conciencia es la puerta de entrada para conectar con el Espíritu.

Él guarda todo lo que por la memoria no puede ser recordado. Él sabe todo lo que por la razón no puede ser sabido.

Los conflictos y crisis que padece el ser humano no son más que la falta de adaptación que tiene el alma, cuando es débil, y se siente comprimida entre las exigencias de la Mente-Razón y la nostalgia de lo espiritual -aunque también la crisis se forma por la resistencia a abandonar lo conocido de su individualidad y trascender hacia la vivencia de unidad- .

La evolución del alma es el fruto de la capacidad que tiene el ser humano  para desarrollar lo que nos hace uno con la Naturaleza. Y desarrollar la percepción para sentirnos uno con el Todo.

Para todos  los que  anhelamos conectar con el alma y el espíritu, tenemos que profundizar en nosotros y hacernos  realmente conscientes de quiénes somos y qué sentido tiene nuestra vida. Para ello tenemos que llevar la mente más allá de toda  lógica.