«La vida no es tiempo sino esencia»

Contabilizamos la vida de una manera demasiado racional y mental, sin tener en cuenta nuestra esencia. Hacemos de las opiniones, sentencias. De las suposiciones, juicios. Inclusive sobre el Amor hacemos cálculos y lo queremos convertir en una operación que nos aporte ganancias. Pretendemos que la vida sea una inversión con intereses (materiales).
Dividimos el tiempo en diferentes períodos pero sin darnos cuenta que, con las prisas, hemos dejado atrás una parte importante de nosotros mismos: nuestro niño/a interior: nuestra inocencia.
Nos regimos y hasta nos mentalizamos de que nuestro comportamiento y lo que conseguimos, debe estar acorde al momento en el que estamos viviendo. A partir de cierta edad no está bien visto el llorar o el saltar de alegría … el qué dirán los demás tiene mucho peso y nos condiciona. Vivimos cohibiendo a nuestro Ser real.
Tenemos una mente que razona pero también un corazón que siente. Si conectamos además con el ESPÍRITU que habita en nosotros, tendremos la fuerza necesaria para traspasar el muro de condicionamientos que la sociedad impone.
Esto supone y significa que nuestra Conciencia dará forma y realidad a nuestros sueños. Comenzará a despertar nuestra intuición, ese sexto sentido que, como voz interior, todos tenemos pero que no nos detenemos a escuchar.
La flexibilidad física y mental son imprescindibles para poder navegar por la vida sin naufragar ni encallar en la rigidez de creencias y actitudes estrictas.
Siente curiosidad por descubrir quién eres. Y date así la oportunidad de crecer según tu propio ritmo y esencia.
Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
Bello, necesario. Gracias