
En primer lugar, tómate un tiempo para ti. Siéntate cómodamente con la espalda recta. Cierra los ojos y respira conscientemente varias veces, relajando poco a poco todos los músculos del cuerpo de arriba a abajo.
A continuación, sigue estos tres pasos:
1) VEO. Focalizo y tomo conciencia del problema, (lo concretizo en una palabra o frase. Por ejemplo «obstáculo», «rabia», «angustia»…)
2) ACEPTO. Me sitúo enteramente en el Presente, dispuesto a cambiar lo que está en mi mano cambiar.
3) SIENTO. Lo envuelvo en una esfera de Luz y lo llevo al corazón y visualizo o imagino cómo se desvanece por la Gracia del Amor. Respiro conscientemente varias veces. Siento paz en mi corazón.
Perdono y me perdono. Agradezco.
Quédate unos cinco o diez minutos con los ojos cerrados, conectado con el corazón, sintiendo una nueva ligereza en él. Permite que se asiente y se afiance tu nuevo estado.
Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRAS.