Vino a verme por sentirse sin energía, con ansiedad y dolores de espalda. La observo mientras me habla de ella y su familia.
Dice cuidar de su madre por amor. Y que cuida de sus hijos dándoles todo, complaciendolos con gran esfuerzo. Dice que lo hace gustosamente.
Pero al hacerle Reiki sale la rabia escondida y entonces se atreve a confesar «me da rabia que no reconozcan lo que hago por ellos».
No es que me estuvo mintiendo al explicarme su situación casi ideal sino que se engaña a sí misma para no ver una realidad que le duele y no acepta. Y optó por callar su sufrimiento.
No queremos reconocer que estamos faltos de afecto. Desearíamos sentir amor incondicional por los demás pero eso es muy difícil si no nos amamos primero a nosotros mismos. Lo que hacemos, inconscientemente, es DAR para recibir a cambio reconocimiento y afecto. Amar con expectativas nos lleva a la desilusión …
Hay tres reglas básicas para mantenernos centrados en la Verdad de nosotros mismos:
- No mientas a los demás ni te mientas a ti mismo. Comunica, expresa, desde el amor
- No esperes nada de nadie. Que la actuación correcta sea tu mayor satisfacción.
- No manipules ni te dejes manipular. Sé honesto. Ámate.