Irremediablemente el ser humano tiene condicionada su naturaleza, su felicidad y su libertad. Generalmente tiene condicionada su esencia, a lo circunstancial de su entorno, desde el mismo momento en que es concebido …
Nos han convertido en personas obedientes -sin espíritu-. Nuestra realización como seres humanos ha estado siempre condicionada a tantos factores que cuando comenzamos a pensar por nosotros mismos nos resulta difícil reconocernos… y reconstruirnos.
La cualidad original del ser humano es ser regido por su espíritu y desde esa libertad se sabe único e independiente. Toma conciencia de su esencia y vive con desapego su vida sabiéndose eterno. Desde ese estado del Ser, vive su nobleza y condición como ser de Luz y Amor sujeto sólo a Leyes superiores.
Pero la condición del ser humano se ha ido alejando y olvidando de su esencia primordial y las creencias y pensamientos se han vuelto rígidas y vacías de valor. La persona, alejada de su centro, se ha dejado llevar por la frustración, los miedos y la confusión.
Ahora, todo parece estar en nosotros condicionado a algo: nuestra libertad, el amor, la felicidad … todo depende ilusoriamente de otro … nuestra falsa realidad ha creado dependencias externas …
Sólo la fuerza de nuestro espíritu nos ayudará a no doblegarnos. Podemos relacionarnos directamente con la Fuente de sabiduría en nuestro interior.
Deja de aceptar vivir bajo una ‘libertad y felicidad condicional’. Somos dueños y creadores de nuestra Libertad y Felicidad. Simplemente deja fluir tu Ser. Deja expandir tu Conciencia y anhela esa unidad y armonía con el Universo del que eres parte.