Los pensamientos bombardean las paredes de mi cerebro. Ahora mismo los sentimientos y pensamientos están revolucionados. Como si se hubiese abierto la jaula de los recuerdos, aparecen imágenes impactantes volando desordenadamente, de forma caótica … todo el pasado revoloteando en mi cerebro.
¡No quiero saber ni recordar más mi pasado! ¡¿Cómo pararlo?! Es como si se hubiese abierto la puerta hacia la locura, veo esfumarse toda la cordura construida trabajosamente todos estos años.
¿A quién pretendo engañar? ¿Quién soy yo? ¿Por qué me persiguen los recuerdos de todo lo fallido? ¿Qué hace que lleve a cuestas el sentimiento de culpa?
Ese susurro al oído de que no me merezco el amor hace aislarme o salir huyendo … Vivo en conflicto. Los cambios me angustian y agobian. ¡¿Qué queréis de mi!?
He inventado muchas mentiras sólo por llamar la atención de la gente para que me quieran. Pero solo consigo que se alejen, pues los agobio, no me soportan.
Ahora ya reconozco que tengo un conflicto mental, le llaman trastorno de personalidad. Cualquier cosa me crea ansiedad. Me he vuelto sin querer muy agresivo. ¡Este no soy yo! Juego con la idea del suicidio … cada vez que me peleo con mi madre … la odio porque me ridiculiza continuamente.
Tengo que controlarme, lo sé. Tengo que centrarme. Voy a intentar respirar despacio para calmarme. Tengo que parar los pensamientos, todos los pensamientos negativos que alimentan la rabia, que me encolerizan. Que me enfrentan al mundo como si fuese mi enemigo. Que hacen sentirme un perdedor.
Voy a aprender a escuchar al corazón. Voy a ponerme a su servicio y esa será la única manera de encontrar la quietud y el silencio. Si.