Resulta que los días que llueve o amenaza lluvia no sales de la casa. Te dan miedo los días encapotados, de nubes negras y el mojarte. Supongamos que vives en la inconsciencia y no sabes que existen los paraguas ni los chubasqueros, las botas de agua … así que, los días de lluvia, son días en los que te encierras en casa y te lamentas de la desgracia de no poder salir y hacer todo lo que tienes que hacer …
Lo mismo ocurre para cualquier cosa que sentimos y creemos nos impide hacer o ser. Sin tomar consciencia de que existen herramientas, nuevos caminos o formas, para solucionar o mejorar lo que sea.
La mente, mientras no la pongamos a nuestro servicio, será nuestra peor enemiga creando siempre conflictos y fantasmas… no dejándonos la oportunidad al cambio. Impidiéndonos ver nuevas opciones. Justificando los miedos y las limitaciones que nosotros mismos nos creamos …
No nos quedemos detrás de los cristales viendo la lluvia. Vamos a salir fuera con un paraguas o inclusive vamos a salir fuera a sentir la lluvia y que nadie nos tenga que explicar de qué se trata … esta es la mayor libertad y gesto de valentía que podemos hacer.