Al respirar conscientemente, cuando inhalas, te haces dueño de tu existencia. Y cuando exhalas, te haces uno con la Naturaleza y el Cosmos.
Expande tu pecho. Cada vez que inhalas, tomas deliberadamente el néctar de la vida.
Cuando sueltas el aire -lentamente-, te sientes liviano, te vacías de los miedos y de todo lo que te oprime.
Cada vez que tomas aire, recoges la energía que hay en él . Despliegas ahora tu Ser. Te sientes cada vez más ligero.
Cuando exhalas, sacas fuera las tensiones y te deshaces de la rabia… en el vacío está la quietud y el silencio. Te permites relajarte completamente
La respiración consciente es un acto rítmico y acompasado para mantenerte atento, vivo, relajado y dueño de ti mismo.
Cuando haces este ejercicio, en cualquier momento de tensión y en cualquier lugar. Cinco minutos. Tu mente se aquietará antes de reaccionar y desperdiciar tu energía. Conseguirás mantener un estado de paz interior que cada vez se hará más estable y duradero.