El sexto chakra del entrecejo se abre cuando le llega energía refinada de los demás chakras inferiores. Es entonces cuando la visión de nosotros mismos y del mundo se amplía y clarifica. La intuición despierta y se expande, nos permite ver más allá.
Este chakra (de nombre ajna en sánscrito) es la conciencia del yo como mente -conciencia mental-. Aquí se encuentra la capacidad organizadora y lógica de la mente.
Es el centro desde donde se toma consciencia de todos los demás estados. Cuando está desarrollado predomina la intuición, gran riqueza creativa y un pensamiento elevado. Los rasgos negativos de este chakra cerrado sería orgullo intelectual, pasividad, aislamiento …
Ejercicio para afianzar la intuición, centrando mi Yo Superior.
Siempre consciente de uno mismo, con los ojos cerrados y después de relajarme, por el poder de la intención, hago que una linea imaginaria de color azul brillante entre por el entrecejo -mi chakra ajna- , atraviese el cerebro y salga por la nuca. Luego trazo otra linea imaginaria que, a la altura de la oreja derecha, entra en la cabeza y la cruza hasta alcanzar la oreja izquierda. Desde mi visión interna pongo mi atención justo en el centro del cerebro; en el punto de cruce de las dos líneas.
Me sitúo en ese punto, todo alrededor es oscuro y de un silencio absoluto; ese punto me sostiene, aparentemente en la Nada, pero curiosamente no tengo ningún sentimiento … por mucho que quiera la mente introducir el miedo, el vértigo, la inseguridad… No… en La Nada existe un vacío relajante y pacífico, armonioso …
Soy solo el Observador de mi Yo Superior -mi ser original- que se mantiene centrado en medio de mi universo interior sin que nada le perturbe, en perfecta armonía. En cuanto me veo y me reconozco en él, comienzan a aparecer pequeñas luces de estrellas y soles que cada vez van iluminando más y más mi interior. Doy las gracias.
Esta visualización nos mantiene lúcidos y despiertos.