Tenemos miedo a poner los pies en el suelo, a llamar las cosas por su nombre, a enfrentarnos a nosotros mismos y aceptar quien somos.
Darnos cuenta de ello, sería el «despertar» de la Conciencia. Elegir hacer un cambio en nosotros es la apertura hacia la transformación como seres humanos y divinos que somos.
Se trata de responsabilizarnos de nuestros pensamientos y actos. Responsabilizarnos de nuestra felicidad y ser los garantes de nuestra salud.
¿Y cómo es que aparece el miedo y bloquea esa posibilidad de abrir los ojos y ver la Realidad?
El miedo -que es ilusión- crece en nuestra Mente y mantiene vivo lo falso de la imagen que tenemos de nosotros mismos, es el que disfraza el dolor y alimenta el sufrimiento, desde la justificación del Ego.
La Conciencia es la Verdad y es la Realidad. La Conciencia es nuestra Esencia inmortal; una gota de agua del Océano Divino.
Elegir la paz, la coherencia y el Amor en nuestra vida, nos lleva progresivamente a expandir nuestra Conciencia.