La verdadera vida comienza cuando se abre ante nosotros la visión y la escucha interior. Entonces es cuando el ‘personaje’ en nosotros pierde fuerza y el ser esencial -nuestro espíritu- emerge y ocupa su lugar; el centro del corazón energético.
VER y ESCUCHAR requiere de un aprendizaje para el ser humano que vive disperso, atrapado en mil pensamientos inútiles.
¿Qué esperamos de la vida? ¿Qué queremos? ¿Qué sueños y deseos bullen en nuestra mente y en nuestro corazón, sin que les permitamos manifestarse? … siempre por miedo a fallar …
Escuchar a nuestro corazón es reconocer nuestras limitaciones y aceptarlas. A partir de ahí, podemos hacer posible una vida mejor, de forma real y efectiva. Hay que despejar el Camino de todo sentimiento de culpa, frustración y desvalorización. Hay que limpiar el cuerpo emocional de toda carga de responsabilidad que no nos pertenece.
ESCUCHAR nuestro corazón, significa despertar nuestros anhelos, permitiendo que se hagan realidad.
Enfrentarnos a nosotros mismos es VER nuestra Verdad y naturaleza despejada de todo condicionamiento.
Sentémonos cómodamente en silencio con nosotros mismos. Respiremos suave y profundamente. Dejémonos fluir. Seamos observadores de nosotros mismos.