La Culpa y el Perdón

corazon raiz.Sin saber del daño que nos hacían, cuando niños hemos recibido apelativos que, como semillas,   echaron raíces en nuestro corazón: ‘eres tonto’, ‘eres malo’, ‘me vas a enfermar’, ‘por tu culpa…’ ‘no sirves para nada’ …

Como padres, repetimos el mismo tipo de educación y comportamientos;  son nuestra referencia, y así ampliamos y reforzamos nuestro sentimiento de culpa: no hemos sabido hacerlo.

Perdonar a los demás es mucho más sencillo que perdonarnos a nosotros mismos. Esta es una tarea muy difícil de llevar a cabo. Lo razonamos y desde la Mente nos decimos que nos perdonamos, pero seguimos con la carga que presiona nuestro corazón y esas raíces se alargan asfixiando los  pulmones.

Esta falta de coherencia mental y emocional crea finalmente un nuevo conflicto en nuestro interior. Nos hemos hecho conscientes de nuestro sentimiento de culpa, queremos perdonar y perdonarnos, pero no lo conseguimos.

Me estoy haciendo daño a mi mismo. No me permito ser feliz completamente. No me siento merecedor de ser feliz y de ser querido.  No me valoro ni me siento digno de amarme a mi mismo y entregarme al amor.

DESHACER CREENCIAS Y PATRONES.-

1) Cambiar la percepción que uno tiene  de sí mismo a través de ejercicios prácticos que te lleven a conectar con tu Ser original, por ejemplo,  la meditación, la alineación y limpieza de los chakras, el yoga, Reiki y otros más.

2) Crear el hábito de ser el Observador del ‘personaje’  en nosotros, para acrecentar la importancia de la Conciencia.

3) Entender que el perdón no es hacia el otro sino hacia uno mismo. Dedicar tiempo a percibir, escuchar y amar al Ser que habita en nuestro cuerpo físico.