Si vivimos inconscientes de nuestro cuerpo físico, nuestra mente también funcionará de forma mecánica. Emocionalmente, también reaccionaremos mecánicamente. Y si todo ocurre a nivel inconsciente, ¿acaso sabemos qué sentido tiene la vida?
Nuestra mente consciente representa un 10% de nuestra personalidad y de nuestra capacidad pensante. El subconsciente representa el restante 90%.
Respiramos de forma automática así como muchas otras funciones de nuestro cuerpo físico. Caminamos, comemos y hacemos cientos de cosas a las que no prestamos la debida atención y es nuestro subconsciente el encargado de hacerlas. Desde nuestro nacimiento y seguramente ya antes, nuestro subconsciente ha estado almacenando información de todas las experiencias que va vivenciando, pero que quedan sin procesar. Así es cómo nos vamos limitando pues son los miedos los indicativos para no volver a experimentar nada nuevo.
Todo está grabado en nuestro subconsciente; formando patrones de conducta y actitudes muchas veces rígidas, erróneas, pero de las que nos sentimos incapaces de cambiar o salir de ellas.
Tomar conciencia del mecanismo de nuestra mente, dejar de identificarnos con el yo-ego y aprender a crear nuevos hábitos, será una gran oportunidad para hacernos dueños de nuestra vida y felicidad.
Comencemos por hacer una respiración consciente. Vamos a llevar los cinco sentidos hacia nuestro interior y poner atención en lo que vemos, escuchamos, sentimos, percibimos, olemos …. vamos a despertar y hacernos conscientes de que estamos vivos. Y seamos agradecidos por ello.