El conocimiento intuitivo y la mente racional

mujer meditacion playa  La mente racional guarda la información, aprende la técnica y memoriza la  teoría sin ir más allá. Se trata de esa  parte de la  mente  que  sólo cree en lo  que sus ojos ven.

Pero sólo esta función de la mente no basta; tenemos la capacidad para aprender a pensar y a discernir. Al pensar por nosotros mismos, ideamos nuevos pensamientos, somos creativos, investigamos, reflexionamos y somos capaces de tomar decisiones con claridad y firmeza. Nos construimos como seres independientes y libres: desarrollamos nuestro potencial  mental que se asienta en el conocimiento intuitivo.

La evolución se origina en la mente superior. La evolución no es un mecanismo que produce un ascenso de forma mágica o casual; es un proceso de maduración interior que despierta una energía de atracción en nosotros, que nos «aspira» -y nos hace aspirar, por encima de lo que la mente racional pueda resistirse a ello- a entrar en un Camino evolutivo del Ser.

Esta energía que interviene en nosotros,  viene de la Conciencia Superior, y despierta nuestra Conciencia individual. Y es esa energía cósmica la que nos moviliza, dinamiza y la que penetra en nuestra «voluntad» para redirigirla hacia una nueva realidad del Ser.

Este trabajo evolutivo va creando una transformación a todos los niveles de nuestro ser. Físicamente  produce sensación de  liviandad y bienestar. A nivel mental, una mayor capacitación de poseer una conciencia más clara, mayor concentración, armonía y seguridad en sí mismo. A nivel emocional, sentimientos más elevados de amor por sí mismo y por los demás.

Este despertar de la Conciencia, sólo sucede y se alcanza, cuando el Yo deja de poner resistencias y se entrega y se abre a la realidad de Ser.

(del curso «Entrenamiento para la Nueva Conciencia»)