Cuando, haciendo un tratamiento con REIKI, como sanadora energética, voy al campo astral de la otra persona, es entonces cuando entro en contacto con su alma. Y puedo decir que lo que he percibido la mayoría de veces es que el alma no sufre ni se enferma y que, lo que está padeciendo la persona a nivel físico, mental y emocional, el alma, se mantiene intacta, inconmovible, inalterable, incorruptible, …
¿Qué quiere decir esto? Si contactásemos con nuestra alma -y tenemos esa capacidad y posibilidad- nuestro Yo se desharía de todo el sufrimiento imaginario que la mente le crea. Conectar con el Alma significa entrar en la realidad de nosotros mismos. Armonizar mente y alma es lo que nos facilita el entendimiento de nosotros mismos y de la vida. La reconexión de cuerpo, mente y alma es lo que nos proporciona salud.
El Alma es esencialmente Conciencia -Luz- y no tiene identidad individual; no se identifica con el yo. Simplemente es Energía y en la medida en que aumenta nuestra conexión con ella, crece el sentimiento y la certeza de que nuestro Ser original forma parte de un Todo. El Alma envuelve el Aliento Vital que nos mantiene vivos.