12.12.12

No son las crisis y las catástrofes lo que debe ocupar nuestra atención, sino la gran oportunidad de iniciación espiritual –grupal que está anunciada y próxima a suceder.

No prestemos oídos a pensamientos negativos porque es contraproducente y nos aparta de la Verdad. Movámonos al encuentro de la Luz.

Tomar Conciencia es despertar y la humanidad es el medio esencial para materializar la evolución del planeta.

Meditación. Introspección. Oración.

Conexión mente/corazón/alma.

Purificarnos de todo pensamiento y sentimiento negativo, es lo que se nos pide para poder beneficiarnos del alineamiento con el Sol Central y recibir la Luz que nos arrancará los velos de la dualidad y la ilusión.

Nos estamos moviendo hacia el corazón. Significa la liberación y expansión de nuestro Ser.

¿En qué medida seremos capacer de asimilar toda esa Luz de Amor Puro? Eso ya depende de cada uno. Ese es el trabajo que nos corresponde hacer ahora mismo. Responsabilizarnos y tomar Conciencia de nuestro ser.

El control de los impulsos

Aprender a no reaccionar desde el ego nos puede evitar problemas y sufrimientos gratuitos. Esto no quiere decir que haya que reprimir todos esos sentimientos que nos hacen o harían explotar… porque nos sentimos atacados, menospreciados, avasallados, humillados…

¿Quién sufre? El importantísimo señor Ego. Le hemos dejado tanto espacio en nosotros que  domina cualquier intento que hiciese el corazón (con sentimientos como la compasión, perdón, tolerancia, etc) por suavizar las cosas, por ceder o buscar puntos de reconcialiación en nombre de la armonía y el amor.

Pero no, el Ego se crece en las discusiones, en los enfrentamientos. También es verdad que la inseguridad, los complejos de inferioridad y miedos hacen que un tipo de personas viscerales y temperamentales estén siempre a la defensiva o en una actitud permanente de enfado con el mundo.

¿Cómo conseguir no alterarnos? La persona que está en paz consigo misma está en paz con los demás y su entorno. La persona que es equilibrada emocionalmente no tiene necesidad de reconocimiento por parte de los demás y vive relajadamente de acuerdo a su ser. La persona que vive desde su interior, conectada con su corazón y alma, tiene un entendimiento genuino de sí mismo y de cuáles con las causas del sufrimiento y por ello se ha liberado de todo lo que le aprisionaba y le esclavizaba, en todos los niveles de su vida.

Es un largo camino hacia adentro pero vale la pena el esfuerzo inicial pues el cese del sufrimiento significa alcanzar la  maestría del control de los impulsos; ser un Observador del personaje que el «yo» interpreta mientras el ser esencial permanece conectado con la divinidad.