Limpieza y reajuste de creencias

Si no nos enseñaron a pensar y discernir, y cuando niños nos moldearon según las creencias de otros -sin posibilidad de cuestionarlas-, entonces es el momento que nos paremos a hacer un repaso y limpieza de todas las creencias e ideas que no tienen nada que ver con nosotros  y están ocupando un espacio en nuestro interior,  que es  nuestro.

Por convicción propia estoy haciendo mi camino. Nadie me ha persuadido a hacer algo de lo que no estaba plenamente convencido. No me he sentido obligado a abandonar mis sueños, presionado por algún chantaje emocional…. siempre he tenido claro quien soy y que quiero…

¿Podemos  rotundamente hacer estas afirmaciones?

Pasamos la vida sumidos en la ensoñación o  por no tener claras nuestras ideas de quién somos y qué queremos en la vida, nos dejamos llevar por la inercia de creencias fomentadas por otros y que nos han marcado profundamente en nuestra forma de ser. Comenzar a pensar por nosotros mismos es esencial si queremos llegar a descubrir nuestro real ser. No el personaje que se construyó así mismo a través del tiempo; en sus primeros años de vida, en la escuela, en la adolescencia… según todo lo circunstancial que le fue marcando y limitando…

Debemos partir del convencimiento de que tenemos la libertad de rehacer y reconstruir nuestra vida a partir de este momento en que tomamos conciencia de ello. El pasado, todo lo que fue, todo lo que fuimos, ya pasó. AHORA es lo único que importa. Nuestra capacidad de pensar debe ser reactivada.

Mi Presente lo construyo yo. ¿Cuáles son mis ideas al respecto…? ¿Cómo quiero construir mi Hoy? ¿Cuál es mi realidad? … medito sobre ello. No más justificaciones.  Confío en mí mismo, en mi capacidad de compromiso y responsabilidad conmigo mismo.

En mi voluntad de planear y conseguir lo que quiero, desde la actuación correcta y la aceptación de lo que no puedo cambiar me deshago de todos los pensamientos  inutiles. Creando en mi vida diaria un pensamiento reflexivo, positivo y consciente que me permita avanzar como ser humano, en la paz interior y el agradecimiento de tener la oportunidad de ser quien soy.