Contrariamente a lo que creemos, el «YO» no es nada en sí mismo. Si acaso, es un centro de coordinación y esa es la mejor forma de verlo para ponerlo conscientemente a nuestra disposición y servicio.
También es necesario saber para comprendernos mejor como funcionamos y quiénes somos es que existe en nosotros una fuerza que alimenta nuestro existir y esa es la que forma el CUERPO ETÉRICO. Y tenemos unos centros energéticos -dentro del cuerpo etérico- que conforman el CUERPO ASTRAL y es donde se concentran las emociones que causan las enfermedades en el cuerpo físico. Y entrelazados energéticamente a estos dos cuerpos está el CUERPO MENTAL.
Los trastornos psíquicos o físicos se producen cuando el funcionamiento entre ellos está falto de energía por bloqueo o desequilibrio. También puede darse el caso de «desgarramiento» en la capa sutil que envuelve cada cuerpo.
Existen terapias holísticas y energéticas que ayudan a estabilizar, equilibrar, limpiar o impulsan a concretar y desarrollar las áreas débiles.
Son magníficos remedios naturales las Flores de Bach y la homeopatía. El Reiki es una herramienta excelente y eficaz para la auto-sanación en todos los niveles de nuestro ser.
