Nos encerramos pero hay salida. Nos quedamos con patrones fijos pero hay posibilidad de salir de ellos y crear unos nuevos.
Hay salida. Sin tener que tomar medidas drásticas ni irnos al otro extremo o salir huyendo.
Hay salida al sufrimiento. Salir del pasado que no nos deja vivir en el presente.
Hay salida a la dependencia que debilita nuestra identidad.
Necesitamos ser libres porque es nuestra condición. Marchitamos si no, en la resignación.
Hay salida a la sumisión, a la manipulación, al sentimiento de culpa, al sacrificio obligado, al miedo.
Al salir de lo que nos aprisiona surge lo nuevo. Salimos para manifestarnos.
Salir para resaltar quien uno es desde el Ser y sentirnos merecedores de amarnos, recibir amor y amar a los demás.