El AMOR y el MIEDO están en todos nosotros. Son parte de nuestro carácter y temperamento, de nuestra naturaleza como humanos. No hay nada que conquistar o combatir.
Pero cuando el Miedo, que es oscuridad, eclipsa el Amor, entonces sí debemos prestar atención a nuestro Ser y actuar deshaciéndonos de todo pensamiento y creencia que nos estén bloqueando.
El reprimir crea desequilibrio y … combatir el miedo, ¿desde dónde? ¿Con qué armas? Sólo acrecentando su contrario, EL AMOR, seremos capaces de extender y ampliar todo lo bueno que hay en nosotros,trayendo LUZ a nuestro interior.
Mejor es reconocer nuestras debilidades y fortalecer nuestra autoestima desde la seguridad en nosotros mismos. Acrecentar nuestra naturaleza y talentos. Todos los remedios vienes del Amor. Vienen de la aceptación, la compasión.
Reconocer dónde están nuestras debilidades, no engañándonos más a nosotros mismos. Preguntándonos: Qué es lo que reprimo. Qué parte de mi cuerpo sufre tensión y no permito relajarse. Qué rabia estoy reprimiendo. Qué malestar no me atrevo a expresar. Qué quisiera decir a gritos y no me atrevo a manifestar.
¿En qué tribulaciones de la mente estamos atrapados? ¿Qué viejas emociones seguimos alimentando y no somos capaces de dejarlas atrás?
No tengamos miedo a cuestionarnos y enfrentarnos con nuestra realidad. Desde el Amor todo se hace más sencillo.