La respiración consciente abre la puerta a tu Esencia.
Alejarte y desatender a tu Ser esencial te crea frustración… aunque lo achaques a cosas externas.
Dejar de escuchar y sentir tu parte divina –tu Alma- te crea un vacío y sentimiento de soledad que intentas tapar moviéndote en el exterior impulsivamente…
Permítete practicar la respiración consciente, de manera pacífica y confiada. Relájate. Ponte cómodo y escucha sin resistencia.
Despeja tu mente. Espaciando la respiración abres las puertas del Alma.
Conecta tu respiración con la energía divina. Al inhalar traes el Aliento desde el centro del Universo y sientes entrar en ti aire fresco. Siéntelo cómo se expande por todo tu cuerpo como una explosión maravillosa de energía pránica.
Ahora, exhala lentamente el aire, enviando la energía sobrante de regreso a su fuente, muy lejos.
Visualiza un hilo de plata que parte de ti -desde tu coronilla- y se extiende hasta un punto de luz muy alejado del cosmos.
Respira varias veces manteniendo esta visualización. Inhalas y la energía pura llega a ti desde ese punto lejano del Universo…. se expande toda esa energía fresca y vibrante por todos los rincones de tu interior…. y devuelves al cosmos la energía sobrante; las tensiones, el cansancio, a ese punto de luz en el Universo…
Siente cómo el Universo coopera contigo; se expande y contrae al ritmo de tu respiración… Te sientes dentro de la pulsación única que da la vida. Dentro de la palpitación del Universo…
Permítete disfrutar entera y conscientemente de esa SENSACIÓN DE PROFUNDA RELAJACIÓN Y RENOVACIÓN DE ENERGÍA. Percibe y hazte consciente del despertar de la memoria de tu conexión con el Universo y la Divinidad.
Escucha tu voz interior:
“¡Yo Soy… la Presencia Divina… de la Energía Inagotable… del Amor Incondicional y del Perdón… de la Inteligencia y de la Sabiduría…. la Gracia Divina está en mí y me protege.”
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