
El cuerpo Emocional

En el plano terrenal, ningún ser humano es perfecto. Se frustra quien busca la perfección o se vanagloria quien ya se cree perfecto. Cualquiera de estas dos posiciones son ilusorias. El propósito del hombre en la Tierra es el de ser *completo*. no perfecto.
La perfección está en lo ya acabado por lo tanto no existe, en cuanto que el ser humano y el mismo Universo está en movimiento continuo de crecimiento y expansión. Sin embargo, cuando algo ES completo -nosotros mismos como semilla- entonces puede desarrollarse desde su ‘completitud’‘… siempre y cuando descubra en sí mismo los códigos de su origen y no se resista a ser quien ya es.
Para entrar en este proceso, el ser humano debe desarrollar tres valores que le conectarán con la nobleza de su Alma:
1) El discernimiento, para entender que existimos dentro de un campo que contiene todas las posibilidades, donde elegimos y decidimos lo que puede ser o no ser más allá de la esfera física y material.
2) La actitud correcta, utilizando la meditación o introspección trascendental., que nos acerca a nuestro ser esencial y determina nuestra forma de ver el mundo.
3) Coherencia, entre lo que yo pienso, lo que yo hago y quiero hacer y lo que amo y soy.
Los hábitos mentales crean una corteza dura que impiden llegar a la visión y entendimiento real del Ser en su originalidad y dimensionalidad. La transformación alquímica del ser humano lo determina su no resistencia a ser quien es, sobresaliendo a su condición terrenal.
Se hace inevitable que cuando hablemos del desarrollo personal o cuando trabajemos el conocimiento de uno mismo, se nombre además al espíritu, porque éste es nuestra esencia vital, no algo separado o algo que se halla sólo en unos cuantos.
Y si nuestro propósito es desarrollarnos completamente y conocernos enteramente, entonces tenemos que llegar hasta él, siendo la conexión con nuestro espíritu, lo que nos proporcionará, en todos los niveles de nuestro ser, la plenitud y la paz interior deseada.
La medicina holística habla de la sanación integral y hace una divulgación eficaz sobre la toma de consciencia del cuerpo espiritual .
Ante tanta frustración y confusión mental hoy en día, ahora queda por descubrir y experimentar el espíritu que habita en nosotros. Lo que nuestro ser reclama es alimento para su ‘completitud». Y esto lo podemos alcanzar gracias a las prácticas espirituales como la meditación, el yoga, así como cualquier otra práctica holística que nos conecte con nuestro espíritu.
Ser religioso es otra cosa. Las instituciones religiosas han desvirtuado el mensaje sagrado de la Verdad que nada -salvo excepciones- tiene que ver con la ESPIRITUALIDAD y nuestra esencia vital.
Pero si queremos salir de los viejos paradigmas tenemos que dar un salto.
Es imposible, cuando realizamos prácticas para desarrollar y trascender la mente, no llegar a sentir el Alma. Porque es en la quietud de la mente cuando hace su aparición la luminosidad del Alma
Cuando la Mente se empodera de forma desmedida y arbitraria, es debido a que el espíritu no ha sido nutrido y no tiene fuerza para aplacar los pensamientos dominantes. La armonía se logra cuando mente-corazón-espíritu están equilibrados. La Quietud mental se hace necesaria para conectar con la paz innata del espíritu y continuar nuestra evolución.
A la mente hay que desarrollarla porque por sí misma no quiere adentrarse en áreas desconocidas. Así que si nuestro mundo mental es limitado y se resiste a ir más allá de lo que conoce, como no hagamos un esfuerzo por ampliarlo y por crear nuevos y mejores hábitos, nos quedaremos estancados en un espacio que se hará cada vez más obsoleto y denso.
Para comenzar a entendernos a nosotros mismos debemos partir de la base de que somos energía y de que estamos formados por varios cuerpos: físico, mental-emocional, astral-etéreo y espiritual. Existen prácticas y métodos para experimentarlos, no es cuestión de creencia ciega o de fe.
Igual de importante y vital para el desarrollo de nuestra Conciencia es comenzar a observarnos a nosotros mismos: cómo actuamos, cómo reaccionamos, cómo nos movemos y cómo son nuestros humores, etc. para que poco a poco podamos distinguir y separar en nosotros al “personaje” del ser esencial. Es decir, identificar los patrones y creencias heredadas para poder deshacernos de todo lo que no nos pertenece y nos limita. Deshacernos de todo hábito dañino e inútil.
Es así como nuestra Conciencia, al clarificar la mente y desarrollar el yo-inferior, comienza a crecer y a domar al cuerpo mental para ponerlo al servicio del ser.
Si hasta ahora lo primordial era TENER y HACER, empujados por la idea imperante de «llegar a ser» en el futuro… y poder ser feliz, realizado, importante, rico, etc. Al variar el orden de prioridades, conseguiremos, en primer lugar, SER quien somos y luego hacer y tener de acuerdo a nuestros propios planes y deseos.
Cuando ponemos la mente a nuestro servicio y logramos una percepción ampliada y sensible de nosotros mismos y de los demás, la intuición, igualmente está despierta y nos dejamos guiar por ella. La mente opina desde los prejuicios pero la intuición, que nace en el chakra del entrecejo y está conectada con el corazón y con la fuente de la Verdad, sabe, tiene conocimiento.
Cuando nos situamos en nuestro Centro, despierta la escucha interior de la intuición, vemos como válidas las ‘coincidencias’ y vemos en ellas las señales que la Naturaleza nos hace llegar. Cada acto cotidiano de nuestra vida es consciente, está cargado de pensamientos positivos y actuamos desde una actitud sincera y honesta. Nunca egoísta. Sabiendo que eso mismo es lo que atraeremos.
Cuando comenzamos a conocernos a nosotros mismos, el mundo exterior deja de ser relevante y de forma natural vamos al encuentro de nuestro maestro interior.
A partir de ese momento es cuando nuestra Conciencia, nuestros pensamientos y nuestras emociones estarán vibrando en la frecuencia del Amor Incondicional, estando la mente y el corazón conectados y formando un Canal.
Ahora es cuando nuestro Yo Superior gobierna en nosotros y tiene el poder de manejar nuestra salud física y emocional y crear felicidad y paz interior de forma permanente.
Ahora que los planetas me son favorables, que todo está en orden, que se ha despejado el Camino, que me siento ligera y capaz de hacer, que -por fin- soy yo y me reconozco, me acepto y puedo ver mis sombras y ,mis luces con desapego y humor…
Ahora, que los años vividos, -con todos sus amaneceres y puestas de sol de todos los colores habidos y por haber-, ya han sido integrados y desde la serenidad aceptados … ahora que prefiero reír y elijo la sencillez y el silencio…
Ahora, que no busco nada, ni deseo gran cosa, ni espero nada de nadie y me dejo fluir y sorprender…
Ahora, que valoro el momento, la sonrisa, el gesto amable, la mirada cómplice, el abrazo espontáneo, la calidez del amor en todas sus manifestaciones de todos los seres vivos…
Ahora, me siento agradecida infinitamente, en paz y en armonía con el Universo y la Naturaleza.
Gracias a todos los que han pasado por mi vida y a todos los que siguen cerca, gracias.
Nuestra historia personal es circunstancial, relativa, y sólo tiene valor a nivel del Plano físico.
Nuestro propósito de vida, es parte de la esencia de nuestro Ser que es por siempre.
Si no tenemos un propósito de vida, si no despierta en nosotros la Conciencia de Ser, no avanzamos, no evolucionamos.
Asumir quien soy, me hace responsable de mi mismo; de mi cuerpo físico, de mi salud mental, de mi felicidad emocional y de mi desarrollo espiritual.
El compromiso que adquiero conmigo mismo me ayuda a conectarme con mi Alma y mi Espíritu. Y éste me reconectará con las energías cósmicas del Universo.
Primero me observo y me convierto en Observador neutral del personaje que actúa en mi. Luego siento mi Ser y percibo más allá de él. Entonces dejo de poner resistencias y me dejo fluir, como conciencia, en la Conciencia Suprema de la que soy parte y a la que pertenezco.
Siéntate cómodamente, con la espalda recta, la barbilla un poco levantada. Cierra los ojos y lleva tu mirada hacia adentro. Respira conscientemente; lenta y suavemente. Con cada respiración permítete ir relajando todos los músculos de tu cuerpo, comenzando desde el cuero cabelludo, frente, párpados, músculos de la mandíbula, nuca … y vas bajando hasta llegar a la punta de los dedos de los pies … hasta conseguir que todo tu cuerpo físico esté relajado.
Ahora vas a ir poniendo las manos en cada chakra, comenzando por el chakra de la coronilla. Escuchándote, mentalmente vas a decir tres veces:
CHAKRA CORONILLA: Yo puedo controlar mis pensamientos.
CHAKRA TERCER OJO: Yo puedo crear mi presente y mi futuro.
CHAKRA GARGANTA: Yo puedo expresar mis sentimientos.
CHAKRA CORAZÓN: Yo puedo sentir amor por mi mismo y por los demás.
CHAKRA PLEXO SOLAR: Yo puedo transformar la rabia en amor.
CHAKRA SACRO: Yo puedo sentir alegría y paz conmigo mismo.
CHAKRA RAÍZ: Yo puedo ser dueño de mi vida.
Pon ahora tus manos en el centro del pecho, en el chakra del corazón y di:
«Yo no soy mi mente. Tengo una mente a mi servicio»
«Yo no soy mi cuerpo físico. Tengo un cuerpo físico a mi servicio».
Gracias. Gracias. Gracias..
¡Cuántas veces hemos escuchado una voz interior y no le hemos hecho caso! … nuestra impaciencia, impulsividad, resistencia y rebeldía del ego, nos ha llevado a no escuchar esa voz interior –la intuición– que nos advertía de un peligro o nos animaba a hacer algo … pero nuestra desconfianza nos hizo desoír esa sabia inspiración y nos tocó sufrir.
Seamos consciente de ello o no, el subconsciente siempre está dispuesto a ayudarnos y servirnos. Sólo hace falta detener todo el parloteo de la mente y escucharle.
El sexto sentido es inspirador. Es el «Espíritu-divino-que-hay-en-ti».
Este es un buen momento para hacer cambios en nosotros.
El 25 de diciembre habrá LUNA LLENA. Comienza un nuevo Ciclo.
Es el momento ideal para atraer las influencias cósmicas beneficiosas para reconstruir tu destino.
Es el momento excelente para innovar, crear, emprender y actuar con fuerza renovada.
Permite que las poderosas energías cósmicas purifiquen y reactiven tu ser.
Ve hacia tu interior, al centro de tu corazón espiritual, para la afirmación de tu naturaleza, de tu nobleza y del reconocimiento de tus talentos.
Renueva el compromiso contigo mismo de ser feliz.
Que todo lo que decidas emprender, sea beneficioso y se cumpla.
Que esta nueva vitalidad te de fuerza para impulsar tu potencialidad y tu capacidad para evolucionar.
El día 25, con la luna llena, siéntate tranquilamente y en silencio, respira suave y lentamente. Deja que tus pensamientos se vayan aquietando y clarificando, creando un estado de calma y bienestar.
Formula a media voz tus deseos a corto, mediano y largo plazo. Desde tu corazón pide a tu Espíritu divino que siempre te acompañe, te guíe y te ayude a transformar lo negativo en positivo.
Tómate el tiempo necesario y que tu petición salga sinceramente del corazón profundo para que todos los obstáculos que están impidiendo tu avance se desintegren. Así es como se despertarán las fuerzas invisibles de éxito y armonía.
Que así sea. Y así es.
Feliz año 2016.
El ser humano no puede superarse a sí mismo si no se valora en su totalidad y si no conoce su razón de ser. Este deseo de superación es impulsado de forma vital y ‘sobrenatural’ por las energías de paz, alegría, amor y felicidad.que surgen del interior, como recuerdo y anhelo de recuperar la nobleza de nuestro ser esencial.
Debemos diferenciar las emociones y pensamientos que son únicamente reacciones superficiales a hechos externos -emociones pasajeras- de los sentimientos profundos de paz, alegría y felicidad que brotan del interior, por sí mismos, y se arraigan haciéndonos sentir seres independientes y libres.
Existen emociones que son manifestaciones de un estado nutrido por la Conciencia y que se materializan -sin razón aparente y sin necesidad de ninguna causa externa- debido a nuestra dedicación e intención de conectar con nuestro espíritu.
Estos estados internos de paz, alegría, amor y felicidad no surgen del campo de las posibilidades, sino que es parte substancial de nuestro ser esencial que hemos desvelado o estamos en proceso de ello.
Nos conformamos con las ‘emociones efímeras externas’ que fluctúan y que provocan sufrimiento cuando se evaporan, cuando podríamos crear una paz estable en nuestro corazón. Descubriendo que la alegría duradera se transforma en Dicha y la felicidad sin dependencias en Gozo.
No nos olvidemos de que el espíritu humano tiene la capacidad de trascender las limitaciones del ‘Yo’ en virtud de su consciencia unitiva y de su cualidad de ser libre.
Para conseguir esto necesitamos del discernimiento, de la meditación y de mantener la atención en nuestro corazón espiritual. Desapegándonos de las cosas de este mundo conquistamos la unidad absoluta con el Todo.
Nuestra naturaleza intuitiva nos ayuda a purificar nuestros pensamientos y emociones. Nos nutre espiritualmente y expande nuestra Conciencia.
Poseemos un sexto sentido: la intuición. Esta facultad imaginativa se desarrolla en el Tercer Ojo y tiene voz propia; la del Alma.
El visionar se abre desde el centro energético del entrecejo. La práctica de la meditación hace posible la visión interior de nuestras múltiples dimensiones y nuestra conexión con el cosmos.
Otra facultad que podemos desarrollar es la de la escucha interior. Se hace preciso ESCUCHAR lo que nos dice el corazón para mantener el equilibrio y armonía entre la Mente y el corazón espiritual . Saber que la raíz de la acción es la Quietud. Que es en el Silencio donde ‘escuchamos’ y nos mantenemos despiertos y atentos.
Nuestra naturaleza instintiva, nos conecta con la vida y con la muerte. Crea y mantiene las correspondencias entre nuestro interior y el universo entero. Nuestro instinto está ligado al Yo profundo y a la espontaneidad creativa. Tiene la Fuerza para que protejamos nuestro espacio y nuestro cuerpo físico.
Los deseos de renovación y de evolución personal mantienen vivas nuestra naturaleza intuitiva e instintiva, que es lo que nos da capacidad de gozar de las cosas tal cual son.