¿Cómo conocernos a nosotros mismos?

mujer jovenA la mente hay que desarrollarla porque por sí misma no quiere adentrarse en áreas desconocidas. Así que si nuestro mundo mental es limitado y se resiste a ir más allá de lo que conoce,  como no hagamos un esfuerzo por ampliarlo y por crear nuevos y mejores hábitos, nos quedaremos estancados en un espacio que se hará cada vez más obsoleto y denso.

Para comenzar a entendernos a nosotros mismos debemos partir de la base de que somos energía y de que estamos formados  por varios cuerpos: físico, mental-emocional, astral-etéreo y espiritual. Existen prácticas y métodos para experimentarlos, no es cuestión de creencia ciega o de fe.

Igual de importante y vital para el desarrollo de nuestra Conciencia es  comenzar a observarnos a nosotros mismos: cómo actuamos, cómo reaccionamos, cómo nos movemos y cómo son nuestros humores, etc. para que poco a poco podamos distinguir y separar  en nosotros al “personaje”  del ser esencial. Es decir, identificar los patrones y creencias heredadas para poder deshacernos de todo lo que no nos pertenece y nos limita. Deshacernos de todo hábito dañino e inútil.

Es así como nuestra Conciencia, al clarificar la mente y desarrollar el yo-inferior,   comienza a crecer y a domar al cuerpo mental  para ponerlo al servicio del ser.

Si hasta ahora lo primordial era TENER y HACER,  empujados por la idea   imperante de «llegar a ser»  en el futuro… y  poder ser  feliz, realizado, importante, rico,  etc. Al variar el orden de prioridades,  conseguiremos, en primer lugar, SER quien somos y luego hacer  y tener  de acuerdo a nuestros propios planes y deseos.

Cuando ponemos la mente a nuestro servicio y logramos una percepción ampliada y sensible de nosotros  mismos y de los demás, la intuición,  igualmente está despierta y nos dejamos guiar por ella. La mente opina desde los prejuicios pero la intuición, que nace en el chakra del entrecejo y está conectada con el corazón y con la fuente de la Verdad, sabe, tiene conocimiento.

Cuando nos situamos en nuestro Centro, despierta la escucha interior de la intuición,  vemos como válidas  las ‘coincidencias’ y vemos en ellas las señales que la Naturaleza nos hace llegar. Cada acto cotidiano de nuestra vida es consciente, está cargado de pensamientos positivos y actuamos desde una actitud sincera y honesta. Nunca egoísta. Sabiendo que eso mismo es lo que atraeremos.

Cuando comenzamos a conocernos a nosotros mismos,  el mundo exterior deja de ser relevante y de forma natural vamos al encuentro de nuestro maestro interior.

A partir de ese momento  es cuando nuestra Conciencia, nuestros  pensamientos y nuestras emociones estarán vibrando en la frecuencia del Amor Incondicional, estando la mente y el corazón conectados y formando un Canal.

Ahora es cuando nuestro Yo Superior  gobierna en nosotros y tiene el poder de manejar nuestra salud física y emocional y crear felicidad  y paz interior de forma permanente.