Siéntate cómodamente, con la espalda recta, la barbilla un poco levantada. Cierra los ojos y lleva tu mirada hacia adentro. Respira conscientemente; lenta y suavemente. Con cada respiración permítete ir relajando todos los músculos de tu cuerpo, comenzando desde el cuero cabelludo, frente, párpados, músculos de la mandíbula, nuca … y vas bajando hasta llegar a la punta de los dedos de los pies … hasta conseguir que todo tu cuerpo físico esté relajado.
Ahora vas a ir poniendo las manos en cada chakra, comenzando por el chakra de la coronilla. Escuchándote, mentalmente vas a decir tres veces:
CHAKRA CORONILLA: Yo puedo controlar mis pensamientos.
CHAKRA TERCER OJO: Yo puedo crear mi presente y mi futuro.
CHAKRA GARGANTA: Yo puedo expresar mis sentimientos.
CHAKRA CORAZÓN: Yo puedo sentir amor por mi mismo y por los demás.
CHAKRA PLEXO SOLAR: Yo puedo transformar la rabia en amor.
CHAKRA SACRO: Yo puedo sentir alegría y paz conmigo mismo.
CHAKRA RAÍZ: Yo puedo ser dueño de mi vida.
Pon ahora tus manos en el centro del pecho, en el chakra del corazón y di:
«Yo no soy mi mente. Tengo una mente a mi servicio»
«Yo no soy mi cuerpo físico. Tengo un cuerpo físico a mi servicio».
Gracias. Gracias. Gracias..