
Existe un tercer Plano fuera de la Mente: El Plano astral, en donde se es únicamente el Observador. Aprender a ser el Observador neutro de nuestras emociones y reacciones conseguiremos purificar las diferentes energías que afectan y alteran nuestros órganos y cerebro.
Por ejemplo: las obsesiones bloquean las energías creando angustia. El miedo disminuye la energía vital llegando por momentos a sentirnos paralizados por la ansiedad. La tristeza dispersa nuestra capacidad de concentración y atención y nos mantiene en la oscuridad del desaliento. El sentimiento de culpa nos ata al pasado no dejando sanar las heridas y renovarnos.
La señal de que la energía vital está fluyendo correctamente en nosotros, es el sentimiento de amor y alegría que ésta produce a nivel físico y mental, simplemente por el hecho de sentirnos emocionalmente en paz y armonía.
¿Cómo liberarnos de las emociones negativas como el miedo y la culpabilidad? Todos los días dedicarnos media hora a armonizar los siete centros energéticos principales de nuestro cuerpo etéreo, desde la respiración consciente rítmica.
Llevando hacia el interior los cinco sentidos para entrar en un estado de quietud y meditación. Poniendo la atención en el interior del entrecejo -tercer ojo- donde se encuentra el cuerpo astral.
La meditación irá creando poco a poco armonía en tu interior y en tu entorno. Con la respiración rítmica -5 minutos- desarrollarás la fuerza de voluntad y purificarás tu cuerpo emocional.