Así estoy viviendo estos momentos … en un proceso de des.identificación y des.afección en el que uno no puede apoyarse en nadie ni en nada … porque esta vivencia sólo le pertenece a uno mismo y nada más que uno mismo, en soledad y silencio, puede experimentar esta vacuidad …
Se deshacen las formas mentales; las creencias se desmoronan, se derriten al calor de la Nada… ¿Y esto qué es? … ni siquiera tengo el deseo de sujetar lo que queda de «mí» , sin fuerzas ni ganas para defenderme de mi misma ¡vaya ironía! …
Me observo, miro a los demás, me escucho, los oigo, y vuelvo al Vacío donde me siento más reconfortada… instintivamente vuelvo a Él como única Realidad donde me reconcilio conmigo misma, fuera de patrones limitantes.
En algún momento me siento extraña -en mi confusión- «por la pérdida» de mi yo … así estoy … y es que todavía no me he encontrado con mi Ser. No sé cuál sería el símil para dar a entender mi estado interior. Sí es verdad que estoy a la espera pero ya mi mente no hace conjeturas ni tiene ilusiones o expectativas de nada. Sólo sé que tengo que esperar sin más y dejarme fluir. Y ese Fluir sólo es posible desde el desapego total … aquí ya se ha descompuesto cualquier forma de interrogante …
Vaciándome de la importancia personal, mi mundo se ve reducido a nada; Yo misma soy la vida que vivo desde mi Conciencia. Yo misma soy la Conciencia que vivo la vida unida a la Conciencia Superior Universal.