Si quiero lo consigo.

Habla de que no sabe cuál es su vocación. Se descubre a sí mismo finalmente diciendo que toda su vida ha empezado una veintena de cosas y todas han terminado aburriéndole. Se sabe capaz de poder hacer muchas y diferentes cosas y cuenta con un abanico de habilidades además de carisma para la comunicación.

De lo que en principio creía una virtud se le volvió en contra; sabiéndose con las facultades de lograr lo que se proponga, a medio camino surgen nuevas y mejores ideas y planes, que le hacen abandonar lo empezado. Siéndole fácil la conquista no saca provecho de ello porque sencillamente nunca llega hasta el tesoro, despreciándolo de alguna manera, porque sabe hay otro esperándolo y «si quiero lo consigo».

Pero la dispersión de energías tarde o temprano tiene efectos desastrosos. La mente siempre es rápida en justificar y amañar los frustrados resultados… «si quiero lo consigo lo que pasa en que no quiero, no me interesa…»

Es como el cuento de la libre y la tortuga. La liebre se jacta porque se sabe más rápida que la tortuga pero también quiere demostrarle es condescendiente y amable prestándose a la competición y darle así una oportunidad a su amiga. Está tan confiada en su superioridad que se permite hasta descansar y echar una cabezadita en medio de la carrera.

Pero para ganar, es la perseverancia, la voluntad y la disciplina, valores fundamentales en toda carrera de fondo, como en la vida misma.

– ¿Cómo es posible que me haya ganado si yo soy más rápida? -se preguntó la liebre al final.

Si hay un «cómo» quiere decir que te han confundido. El «cómo» exige más conocimiento. El «cómo» exige método, técnica, preguntarse «qué hay que hacer».

No compares ni juzgues lo que te digo con tus viejas ideas. Es suficiente con la INTERIORIZACIÓN. Escucha estando ABIERTO. La vida se convierte en un asunto pesado y aburrido por culpa de creer que ya sabemos mucho, por culpa de toda la información que almacenamos sin procesar. Mejor experimentemos.

Lo supremo sigue estando por encima de nuestro alcance mientras no despeguemos del razonamiento,

Experiencia con el Reiki

«No todas las ramas de un árbol se mueven al mismo tiempo, sin embargo, se mueven en armonía»

Hace un tiempo atrás inicié en el tercer nivel y maestría de REIKI a una mujer vasca que vivía en La Alpujarra, en el sur de España. Una mujer muy especial, debo decir, pues tenía una gran conexión con los seres diminutos de la Naturaleza. Todo coincidió y se hizo fácil para un reencuentro, de manera mágica. Quedamos en celebrar el solsticio de verano practicando REIKI en la tierra, ya que la anterior vez que lo habíamos hecho, había resultado una experiencia maravillosa al sentir cómo la energía de la tierra penetraba en el cuerpo regenerándolo.

Casualmente yo estaba pasando unos días cerca del pueblito donde ella residía. Buscamos el lugar apropiado. Teníamos las montañas enfrente. Elegimos un espacio donde había como un altar natural formado por varios troncos tumbados y entre ellos crecían unas plantas en forma de abanico. Rodeaban el lugar dos nogales jóvenes, un laurel y un avellano dando sus primeros frutos. Sentíamos estar rodeadas de una energía alegre y protectora.

Después de su iniciación, para que ella practicase, le dije que me diese REIKI a mi, así que me acosté en la tierra preparada para recibir la energía sanadora. Al darme la vuelta poniéndome boca abajo, mi corazón ha sentido (reconocido) perfectamente la tierra como mi Madre y he percibido su amor (inmenso y puro) hacia mí y el recordatorio de que a ella volverá mi cuerpo físico. Ella me acogerá.


Me ha curado mi plexo solar (sentía muchísimo dolor al principio) estaba constreñido; atado. Y pude ver cómo eran cortadas esas ataduras y mi plexo se ha expandido -liberado- y ha terminado el dolor.


La tierra me atrajo hacia ella, sentí hundirme en ella de forma sanadora, en una sensación sumamente agradable y reparadora. Me he sentido parte de la tierra; su energía llenándome.


He sentido la necesidad de cantar. Unir mi voz y vibración al de la naturaleza. He llorado de emoción y nostalgia, por vivir en la separación… por mi necesidad de sentirla y no borrar el recuerdo de mi (nuestra) divinidad, como seres luminosos. Fue una experiencia maravillosa, única, que me recargó de energía y sentimiento de gozo.

Nos perdemos en el asfalto y el cemento. Esta civilización moderna nos separa y aleja de nuestros orígenes y nuestra capacidad de percibir más allá de los cinco sentidos. Volvamos a identificarnos con la Naturaleza. Seamos perceptivos para poder ver sus sabias señales. Aprendamos de ella siendo flexibles, receptivos, fluidos, agradecidos.

La imposición de manos sanadora

Acerca tu mano a la mía; dejemos que nuestras almas se reconozcan.

Acerca tu mano a tu corazón para que escuche la voz de tus sentimientos y secretos más íntimos.

En las palmas de las manos tenemos un chakra (centro de energía) que, como un escaner, es capaz de percibir los diferentes tipos de energías que recorren nuestro cuerpo y detectar su estado (exceso, deficiencia, bloqueo de energías y también emociones; tristeza, miedos, soledad, alegría… )

El ser humano, instintivamente, lleva la mano al punto del cuerpo donde siente dolor. Pero ha olvidado que tiene la capacidad de sanarse a si mismo.

Qué bueno es recobrar ese don de percepción. Se trata de la impresión material, a través de las manos, de lo que está más allá. Se trata de experimentar, dejándonos fluir, traspasando los cinco sentidos.

Pero para ello, cuando pongas tu mano en tu corazón, debe estar la mente en silencio.

Así que, educa primero a tu mente a que esté en silencio cuando no la necesites y después puedes comenzar a escuchar y percibir más allá del mundo material, desde un nivel superior. Intuirás que existen planos sublimes que conectan con lo divino y, si pides ayuda desde el corazón, para avanzar, la recibirás, no te quepa la menor duda.

El concepto que tenemos de nosotros mismos es ilusorio. Estamos hechos de energía. Somos energía y nuestro espíritu no es dañado ni alterado en absoluto por las vivencias externas de esta vida. Así que… reflexiona sobre ello y no dejes que algo tan pequeño e insignificante como tu ego te domine y haga un DRAMA de algo tan relativo como es tu persona. Más bien; disfruta de la vida desde la plenitud de tu alma y siéntete como un ser de luz eterno.

«Los velos que nos impiden VER son nuestros propios sentidos: Los ojos son los velos de la verdadera visión, nuestros oídos son los velos de la verdadera audición…» (Sheij Al-Alawi)

Conectar con el Alma y el Espíritu.

La Conciencia es la puerta de entrada para conectar con el Alma.

Muchísima gente no tiene claro los asuntos del Alma; cómo identificarla, cómo se diferencia del Espíritu o también se preguntan si es la misma cosa.

Como maestra de Reiki, trato con las energías y he aprendido a distinguirlas. Además de que trabajando con ellas entras en contacto con el «conocimiento directo», es decir, se abre el vínculo de conexión con la Fuerza Sustentadora o Espíritu, que te da certezas sobre estos asuntos abstractos.

Ya sé que estoy intentando hablar sobre lo que es prácticamente innombrable. Pero me gustaría transmitir que, trascendiendo la visión que tiene de sí mismo el ser común y corriente, podemos percibir y sentir más allá del mundo ordinario. Y tomar conciencia de que no utilizamos ni una ínfima parte de nuestras capacidades como seres humanos, sencillamente porque nos hemos olvidado que, una parte nuestra, es divina.

No basta con creer, con seguir obedientemente unas creencias, hay que ir más allá. Si queremos evolucionar: tenemos que EXPERIMENTAR, desde la acción impecable. Tenemos que trascender la racionalidad.

Y digamos, para entender la diferencia entre Alma y Espíritu, que los sentimientos y las emociones revisten el alma que vibra al nivel que palpita el corazón. Pero el alma a su vez, reviste al espíritu y, ese sí, está libre del dolor y el sufrimiento.

El espíritu es nuestra esencia, que es eterna. No se ve afectada por nada del «yo». El espíritu nutre a nuestra energía vital con la energía del Universo; es el que mantiene el vínculo de conexión con el Ser Primordial y Absoluto.

El Espíritu guarda todo lo que por la Memoria no puede ser recordado. Él sabe todo lo que la Razón es incapaz de conocer.

Los conflictos y crisis que padece el ser humano no son más que la falta de adaptación que tiene con el Alma, cuando se ha arrinconado, se siente comprimida entre las exigencias de la Mente-Razón y la nostalgia de lo espiritual. Las crisis se forman por la resistencia a abandonar lo conocido y su lucha por trascender hacia la vivencia de Unidad. .

La evolución del Alma es el fruto de la capacidad para desarrollar la flexibilidad que nos hace uno con el medio. Desarrollar la percepción para sentirnos uno con el Todo.

Siete diferentes energías de las que podemos beneficiarnos.

Somos energía y nos beneficiamos de 7 diferentes tipos de energías, pero para ello tenemos que utilizarlas de manera consciente. Sería bueno aprender cómo actúan los chakras (Centros energéticos) y la influencia que ejercen en el plano físico y también en nuestro cuerpo etérico y astral. Todo ello para empezar a entender que los diferentes niveles de conciencia son, la fuerza de la vida vibrando en diferentes frecuencias… y darnos cuenta de que los desequilibrios emocionales pueden manifestarse en el cuerpo físico como una enfermedad o que, simplemente, la desarmonía ( exceso / déficit) de las diferentes energías nos llevan a un conflicto con nosotros mismos, a sentir ansiedad o desdicha sin causa aparente.
Entendamos pues un poquito más sobre nosotros:

La primera es la energía que nos llega a través de la respiración. La inmensa mayoría de las personas respiran automáticamente, sin prestar atención. Pero ésta es la función más importante del ser humano ya que, además de oxígeno y otros componentes, absorbemos «prana» o energía vital.
Vamos a re-educar nuestra forma de respirar; haciéndola consciente y rítmica. Respirando desde el abdomen. Conscientemente absorber prana, sentir cómo se expande en nuestro interior y devolver al universo (en la exhalación) la que no necesitamos. Es como una meditación activa, en contacto con la energía universal.
Tres respiraciones conscientes al despertar y al ir a dormir van a empezar a armonizar nuestros chakras.

La segunda es la energía que nos llega a través de la alimentación. «Somos lo que comemos» es un dicho conocido en todo el mundo. Cuidar nuestra alimentación es respetar y amar nuestro cuerpo físico de manera consciente.
Consumir alimentos frescos e integrales a ser posible, beber agua, tés o tisanas. Y si somos lo que comemos, nos cuidaremos de no ingerir alcohol, químicos ni drogas de ningún tipo. Bendecir la comida es también una costumbre recomendable pues energetiza el alimento antes de ingerirlo.

La tercera es la energía Telúrica-Cósmica. La tierra, como ser vivo, emite una energía proveniente de sus capas magnéticas subterráneas. De manera natural se absorbería por los pies, pero hoy en día esto se hace casi imposible debido al calzado.
Caminar descalzos por la hierba, la tierra y piedras o la arena de la playa nos permite descargar las energías negativas y absorber las positivas.

La cuarta es la energía Astral-Espiritual. Estas energías residen en la cuarta dimensión y depende de nuestra actividad astral y de nuestra conexión con el mundo imaginal a través de los sueños.
Forma el hábito de «desconectar» antes de dormir; haz respiraciones conscientes, relájate y programa los sueños. El subconsciente actúa recibiendo órdenes.

La quinta es la energía Mental-Psíquica. La mente o la diriges tú o ella de gobierna de manera distatorial. Este tipo de energía es ilimitada y de un poder que la persona común ni siquiera puede imaginar su alcance. Depende de la calidad de pensamientos y del desarrollo de las capacidades innatas de la mente y la intuición.
La práctica de la meditación, concentración y otras disciplinas espirituales ayudan a elevar el nivel de esta energía.

La sexta es la energía Vital. La energía de la vida constituye la fuerza con la que actuamos en este mundo. El centro se encuentra en nuestro ombligo y cuatro dedos por debajo de él. A través del cordón umbilical es de donde recibimos nuestro primer alimento. Toma el hábito de respirar por el abdomen; te relajará, te centrará.
El agua revitaliza e intensifica la energía vital. El agua purifica y fortalece.

La séptima es la energía sexual. Es una de las energías más potentes del ser humano. Reside en la base de la columna vertebral, en el chakra raíz (Muladhara). Se la identifica con una serpiente: la línea de fuerza kundalini. La energía de la creatividad.
El despertar de esta energía hace que se activen todos los demás chakras.

¿Qué sabes sobre el REIKI?

El REIKI nos abre la puerta para acercarnos y escuchar con nuestras manos a nuestros centros energéticos (los chakras). Entonces comenzamos a entender de forma vivencial que los chakras son puertas interdimensionales de nuestro microcosmos. Las chakras captan la energía cósmica y activan nuestros pranas (energías más sutiles), equilibrándolos y reactivándolos..

Utilicemos las manos como instrumentos para percibir, desbloquear, limpiar, equilibrar y proyectar energía superior para sanar y potenciar.


Cuando la ENERGÍA VITAL se absorbe y distribuye adecuadamente por todo nuestro cuerpo podemos decir que estamos SANOS.

REIKI es una herramienta que nos prepara para hacer un Camino de vida desde dentro; teniendo la Mente y Corazón en perfecta sincronicidad.

REIKI es altamente efectivo si lo incorporamos en nuestra vida cotidiana porque nos permite utilizar la energía vital en los procesos de recuperación de nuestro cuerpo físico, mental-emocional y en el desarrollo de nuestra alma.

Siguiendo las leyes naturales de la auto-sanación podremos trabajar con nosotros mismos en la limpieza de energía estancada y enferma. Podremos energetizar zonas debilitadas. Podremos revitalizar el sistema inmunológico. Podremos sanar en nosotros traumas pasados y todas las heridas emocionales y estados de miedos, ansiedad, angustia, rabia, etc. que nos afectan y bloquean.

Cuando escuchamos en nuestro interior una fuerza que nos pide un CAMBIO en nuestras vidas ES EL MOMENTO.

REIKI es un valioso regalo y nunca es casualidad cuando llega a nosotros. Aprovéchalo

La realidad ilusoria lejos del espíritu.

El ser humano común y corriente no sabe que tiene atributos especiales y magníficos. No sabe, porque al nacer sufre un des-aprendizaje y olvido de su verdadera naturaleza y capacidades.

Al ser humano común y corriente, el mundo material lo mantiene tan ocupado que carece de tiempo para sí mismo, para aprovecharse de su potencialidad y capacidad de percepción que le llevaría más allá de lo que capta con sus limitados cinco sentidos.

El espíritu y la Conciencia en él, intentan ponerle al descubierto ese vínculo de conexión con otras dimensiones de su Ser. Por medio de una voz interior, de intuiciones, de corazonadas, el espíritu y la Conciencia en él hacen revelaciones, muestran el Camino, pero el ser humano común y corriente es incapaz de prestar atención, intuir o escuchar dentro de él, esas revelaciones y señales que también a veces aparecen en los sueños. Vive exclusivamente en una realidad ilusoria desde una Mente débil y sin desarrollar.

El ser humano común y corriente siente ansiedad y angustia. Siente un vacío en su pecho e insatisfacción sin saberle dar una explicación razonable y carga con ello e intenta acallarlo con fármacos anti-depresivos y sedantes de todo tipo. A pesar de esa inquietud y malestar tan profundo no se le ocurre pensar que se trata de su espíritu, que le está reclamando le preste atención y dedicación.

El ser humano común y corriente está convencido de que él es su la mente; quien gobierna sus pensamientos, sentimientos y emociones. No se da cuenta de que cuando dice «yo» está hablando su mente más simple y egoísta.

Con el fin de despertarlo, el espíritu le manda señales. Primero de la manera más obvia, como es ese malestar físico sin explicaciones aparentes. Después con conflictos mayores que le sacuden para que le hagan reaccionar y se focalice su interior.

Lamentablemente, el ser humano común y corriente vive de creencias y no aprovecha las experiencias de la vida para crecer en Conciencia que le ayuden a trascender esa realidad ficticia y lineal.

EL DESPERTAR DEL ALMA y de la Conciencia, sucede como si de pronto se abriese una puerta de LUZ que nos conduce a una dimensionalidad de nosotros mismos inimaginable. Aquí la mente se aquieta y ocupa su lugar.

También sucede de forma gradual, como si se descorriese un velo lentamente, en ese proceso del despertar de la Conciencia que nos lleva a descubrir nuestra verdadera naturaleza.

No importa el nombre que le demos, se trata de SENTIR somos un CANAL de Luz conectado con la Energía Superior Cósmica.

Yo no soy mi mente, ni soy mi cuerpo físico. Yo Soy un espíritu eterno. Vengo de la Energía Primera y Última del Amor Incondicional.

La actitud marca la diferencia

Nada de lo que sucede en el Plano Terrenal es importante; le sucede al personaje que convierte en drama lo que a su Ego se le antoja. Es más, lo que aparentemente nos sucede lo podemos cambiar; porque es relativo, es ilusorio. Y sólo depende de nuestra actitud que vivamos una situación de una manera u otra.

Se vive en una realidad conceptual; desde una mente de conceptos; más pensamientos que experiencias directas, desde creencias y no desde vivencias personales. Así que interpretamos y hacemos nuestro lo que otros viven.

Cuando seamos capaces de cambiar en el sueño lo que el subconsciente refleja, entonces podremos asegurar que somos dueños de nuestra vida. Pero eso, que no es imposible, necesita de mucha práctica y convencimiento.

Utilicemos el Poder de la Intención: Yo Soy Conciencia, Yo Soy Luz desde mi Yo Superior, Yo Soy Yo.

Sal de la Mente conceptual. Sé desde tu Conciencia.

Se impone un cambio

Por una razón u otra, existe un descontento que primero achacamos a los demás para finalmente reconocer que ese enfado es con nosotros mismos.

Sucede cuando eludimos avanzar, bien por miedo o por no querer salir de una falsa comodidad. El sentimiento de vacío o frustración son habituales cuando nos sentimos obligados a ser o actuar de una forma contraria a nuestro verdadero carácter o personalidad. La infelicidad, que termina en depresión o ansiedad, también son síntomas del desencanto y desánimo por la vida misma, si no estamos ocupando el rol y el sitio que nos corresponde.

En el fondo lo sabemos pero nos resistimos a reconocerlo. Y de ahí surge el conflicto.

Quizás ese malestar nos está indicando que deberíamos renunciar a algún hábito que nos está perjudicando o limitando. Podría ser que debiéramos romper algún lazo afectivo que nos intenta manipular. El apego a ciertas creencias o personas que no nos permiten ser quien realmente somos, nos condicionan negativamente.

Este puede ser un período de limpieza, de reorganización y reevaluación. Asumiendo la responsabilidad de nuestra propia posición y haciéndonos conscientes de nuestra actitud y libertad de acción, puede que no ganemos pero nunca perderemos, ya que estamos atentos a adquirir las enseñanzas que la vida nos ponga delante.

No nos opongamos a experienciar y vivenciar la vida que nos corresponde.

Soltemos todo lo que nos hace dependientes y nos limita. Dejemos atrás la parte de nuestra identidad que ya cumplió su propósito.

Los únicos deseos válidos son los que están alineados con nuestro corazón. Lo mejor que podemos hacer para sentirnos satisfechos con nosotros mismos es que nuestro propósito de vida sea el más elevado y acorde con nuestra Conciencia.

Escribió George Sand «Dios ha puesto el placer tan cerca del dolor que muchas veces se llora de alegría».

Cuando la Mente te atormenta.

Me ausenté de mi vida varios años. Tenía una situación tan insostenible y angustiosa que opté por desertar. Me marché desde la ceguera que da la desesperanza. Temerosa de lo que podría encontrar más delante, di marcha atrás.

Arrinconé en mi interior una imagen de mí que me resultaba pesada y falsa. Se hacía insoportable seguir con ella.

Reconozco que fue una huida y que siempre es la cobardía quien te ordena desaparecer, de ti misma, en cualquier dirección, porque desconoces la correcta.

Mi mente, entonces, estaba expuesta en su fragilidad a ser invadida por pensamientos y sentimientos fantasmas, ajenos a mi misma y que me incapacitaban a pensar y a ser. Así que deserté, me rendí.

Y fui testigo pasivo; desde una apatía feroz -loca contradicción- mi alma se asomaba a observar la devastación que estaba creando en mí. El ego agonizaba…

Ahora sé que las crisis existenciales y los conflictos con el YO son necesarios en el proceso de encontrarse con uno mismo y lograr esa transformación dolorosa -de oruga a mariposa. Ese alumbramiento del Alma. Ese despertar de la Conciencia, que es Luz.

Por supuesto que requiere de valentía, de determinación, inclusive de confianza absoluta de que somos algo más que un cuerpo físico y una mente, de que es posible crear una conexión con lo divino dentro de nosotros.

Significa el comienzo del proceso de la autotransformación. Sintámoslo como una verdadera bendición.