
Hace tiempo que dejé de definirme como esto o lo otro. Dejé de etiquetarme y pertenecer a alguna institución o de desear tener algún título o rango. Las promesas no me tientan; me fastidia sentir el peso de cualquier cosa que me obligue a lo que sea; es mi corazón quien manda… Mi responsabilidad es con mi Conciencia. Mi edad avanzada me ha ayudado a quitarme el peso de cargar con una historia personal llena de adornos sin valor real.
«No soy» vegetariana, ni vegana. Aunque tengo muy presente lo de que «Somos lo que comemos».
«No soy» ni pertenezco a ninguna institución religiosa. Vivo desde la espiritualidad de mi Ser y todos los rezos los hago míos.
«No soy» católica, judía o musulmana … el Ser -nuestra Alma y Espíritu- siguen siendo imparciales y no se inmiscuyen en las cuestiones de la Mente. Nací en España pero no soy de ningún sitio en particular pues he vivido en tantos que más que desarraigo lo que siento es que amo a la Madre Tierra por entero, sin que haya fronteras en mi corazón. Nuestros orígenes están todavía por recordar.
Soy mujer, sin que mi género me haga sentir inferior o distinta al hombre. Soy madre, hija, hermana, amiga, valorando mi identidad y respetando por completo las demás… pero principalmente Yo Soy Conciencia, chispa de energía inmortal, como todos, volviendo a Casa.
No te dejes engañar: no eres diabética, no eres enferma crónica o enferma de ningún tipo. Tú tienes o estás pasando por una enfermedad … No te identifiques con nada que no sea permanente y eterno,
Yo Soy Tú.