Conectar con el Alma y el Espíritu.

La Conciencia es la puerta de entrada para conectar con el Alma.

Muchísima gente no tiene claro los asuntos del Alma; cómo identificarla, cómo se diferencia del Espíritu o también se preguntan si es la misma cosa.

Como maestra de Reiki, trato con las energías y he aprendido a distinguirlas. Además de que trabajando con ellas entras en contacto con el «conocimiento directo», es decir, se abre el vínculo de conexión con la Fuerza Sustentadora o Espíritu, que te da certezas sobre estos asuntos abstractos.

Ya sé que estoy intentando hablar sobre lo que es prácticamente innombrable. Pero me gustaría transmitir que, trascendiendo la visión que tiene de sí mismo el ser común y corriente, podemos percibir y sentir más allá del mundo ordinario. Y tomar conciencia de que no utilizamos ni una ínfima parte de nuestras capacidades como seres humanos, sencillamente porque nos hemos olvidado que, una parte nuestra, es divina.

No basta con creer, con seguir obedientemente unas creencias, hay que ir más allá. Si queremos evolucionar: tenemos que EXPERIMENTAR, desde la acción impecable. Tenemos que trascender la racionalidad.

Y digamos, para entender la diferencia entre Alma y Espíritu, que los sentimientos y las emociones revisten el alma que vibra al nivel que palpita el corazón. Pero el alma a su vez, reviste al espíritu y, ese sí, está libre del dolor y el sufrimiento.

El espíritu es nuestra esencia, que es eterna. No se ve afectada por nada del «yo». El espíritu nutre a nuestra energía vital con la energía del Universo; es el que mantiene el vínculo de conexión con el Ser Primordial y Absoluto.

El Espíritu guarda todo lo que por la Memoria no puede ser recordado. Él sabe todo lo que la Razón es incapaz de conocer.

Los conflictos y crisis que padece el ser humano no son más que la falta de adaptación que tiene con el Alma, cuando se ha arrinconado, se siente comprimida entre las exigencias de la Mente-Razón y la nostalgia de lo espiritual. Las crisis se forman por la resistencia a abandonar lo conocido y su lucha por trascender hacia la vivencia de Unidad. .

La evolución del Alma es el fruto de la capacidad para desarrollar la flexibilidad que nos hace uno con el medio. Desarrollar la percepción para sentirnos uno con el Todo.