No estamos hablando de géneros. hombre/mujer. Nos estamos refiriendo a ENERGÍAS que se manifiestan a nivel físico, mental y emocional. Por ejemplo, el machismo, las obsesiones sexuales, la violencia y agresividad, son excesos de energía masculina. La vulnerabilidad, hipersensibilidad, miedos infundados, mentes fantaseadoras, supondría un exceso de energía femenina.
No son energías opuestas sino complementarias. Inclusive el Hombre y la Mujer son plenos en sí mismos cuando en ambos existen por igual las dos energías. O equilibradas de tal manera que se compensen en ambos unas con otras .
En el REIKI como en otros sistemas energéticos se puede diferenciar y entender la importancia de regular las dos energías esenciales que nos condicionan-masculina y femenina- si no están equilibradas, pudiendo distorsionar nuestra naturaleza y comportamiento.
ENERGÍA FEMENINA representa las fuerzas pasivas y receptoras de la naturaleza: la Intuición, la Imaginación, la Visualización pertenecientes al Mundo de lo Oculto y lo Invisible. Representa el Refugio, la sabiduría profunda, la magia o lo inexplicable.
La Gran Madre simbolizada por la Virgen María y la Madre Cósmica gran Avatar de estos tiempos representada por AMMA a través de su labor de inmenso Amor Incondicional, son las dos grandes figuras femeninas de gran Poder benéfico y protector.
ENERGÍA MASCULINA es la fuerza procreadora y generadora de la naturaleza. Tiene que ver con la acción externa, la agresividad necesaria para la auto-defensa y con la voluntad. Representa el aire y el fuego. El principio masculino está representado por el Sol en la mayoría de las tradiciones y por todo lo que es fálico y penetrante. Los elementos masculinos, son fuerzas activas que pueden soportar una gran carga y de ahí que sean aguerridos por naturaleza.
En el momento en que hay exceso o deficiencia de alguna de estas energías, podemos entender que el desequilibrio entre la vibración, el ritmo y la polaridad entre ellas, ocasionan un efecto que según su grado tiene unas consecuencias u otras.
No forzosamente la mujer tiene que tener más energía femenina que el hombre o al contrario. Las energías, se reconcilian entre sí, se armonizan y se compensan amorosamente.