El Amor, tiende a formar un árbol emocional que se ve empobrecido si las relaciones y la comunicación están bloqueadas. Cuando los sentimientos no fluyen debido a los miedos y el odio, el Amor Puro queda apagado y no da frutos.
También la indiferencia es falta de Amor. Y no hay nada más doloroso y cruel que mostrarse indiferente hacia el que sufre …
El Amor, con mayúscula, desaparece para convertirse en otra cosa, seguramente en algo desdichado y mezquino; un amor vengativo, interesado, controlador, manipulador, egoísta… que crea sufrimiento.
Cuando el Miedo es la savia, nos sentimos aprisionados en el temor a ser heridos, humillados, despreciados, a no ser correspondidos, a no ser merecedores…. nos negamos a nosotros mismos vivir en el resplandor del Amor Puro.
Cuando en nuestras raíces está el Odio, el cual sabe muy bien disfrazarse y adoptar diferentes formas para simular, entonces decimos muy convencidos: «yo no odio a nadie. Yo no siento odio»… pero, que sepas, tu corazón se está moviendo en un espacio muy reducido y no te permite crecer según tu naturaleza.
Cuando tu corazón rechaza y excluye a este u al otro, justificándose, es que sientes aversión …. aunque no le desees el mal abiertamente pero no hay el más mínimo sentimiento de compasión o comprensión hacia el otro; estás odiando…
Comencemos por amarnos a nosotros mismos. El Amor Puro es el Sol y el Agua que nos nutre. En la Madre Tierra está el Amor que nos sostiene y alimenta.
Tener presente la plena presencia de mi ser como *Yo Soy AMOR* es lo que me hace sentir en Paz, unido a todos. .
Gracias! Tus palabras llegan en buen momento.