El dolor físico, las molestias y la misma enfermedad son el lenguaje que tiene el Alma para advertirnos de nuestras resistencias a fluir acorde a nuestra naturaleza.
Nuestra rigidez y tensiones a nivel físico, que terminan produciendo dolor y enfermedades, son la manifestación evidente de esos conflictos inconscientes, de esa contrariedad e incoherencia en nosotros, que a toda costa evitamos ver, reconocer y afrontar.
La información que se obtiene a través de la imposición de manos y la lectura energética de los chakras, proviene de conectar con el cuerpo astral del paciente desde el propio cuerpo astral del sanador, de forma intuitiva y sin participación de la mente. Desde el REIKI se trabaja así.
El bloqueo de energía en los centros energéticos o el exceso / deficiencia de esta energía vital, es lo que produce finalmente las enfermedades a nivel físico y mental-emocional.
La medicina natural, holística y energética, da importancia por igual al buen funcionamiento y armonía entre cuerpo y alma. Porque es en el cuerpo astral donde se gestan los bloqueos y se acumulan las impurezas y emociones tóxicas, como los miedos, la rabia, el resentimiento, etc.
Por lo tanto, es en el cuerpo astral donde el sanador energético -como Canal de las energías cósmicas sanadoras- quien va a llevar Luz sanadora para deshacer los nudos que impiden el fluir libre de la energía vital.
Desde este impulso energético liberador, el enfermo comenzará a tener la capacidad de tomar conciencia y responsabilidad para sanarse por sí mismo.
Por supuesto que harán falta varias sesiones sanadoras. Pero es impredecible ver cómo reacciona cada individuo y todo depende de las resistencias del enfermo y su voluntad a sanar.