La claridad mental y emocional nos ayuda a conectar con la Realidad dentro de nosotros. Sentir la Presencia de la divinidad -del Universo- dentro de nosotros nos da una dimensión superior e ilimitada de ser; nos abre la puerta a otros Planos y dimensiones de nosotros mismos. Nos ayuda a entender nuestra calidad de inmortalidad y nuestro potencial como seres de luz.
Para ello tenemos que librar una primera batalla con nuestra mente-ego y trascenderla. No se trata de tener más información ni de hacer afirmaciones positivas, no se trata de tener un mayor control mental y ni siquiera de dominar la imposición de estar sentados y en quietud largo tiempo. La realización espiritual nace en el corazón y para ello hay que lanzarse a experimentar, ser creativos, espontáneos, fusionarse y fluir con las energías de la Naturaleza …
Esta percepción nos hace estar atentos y receptivos a la VIDA, en su UNICIDAD: El Creador y lo creado es indivisible. Forman un solo cuerpo.
Es el misterio sagrado que todavía no estamos preparados para entender. Pero sí aceptar, como acto de FE, … y permitir que la vida nos muestre los pequeños milagros que suceden continuamente.
Nada debe ser un acto obligatorio. El Silencio y la quietud existen. El Amor existe como energía suprema y ya está dentro de todo lo que tiene vida.
En la meditación contemplativa y después de la oración espontanea, escucha a tu corazón, conecta con el Corazón Universal. Entra en el recuerdo de lo Innombrable.