Dicen que la verdad duele solo una vez mientras que la mentira nos duele mientras vivimos en ella.
Las personas que se enfrentan a un trauma necesitan utilizar mecanismos de defensa o estrategias de adaptación que les permitan, primero, RECONOCER y ACEPTAR la verdad y luego ASIMILARLA, para poder sanar la herida y el dolor de aquello que distorsionaba el entendimiento.
A veces nos toca luchar y proteger la verdad de quien somos, porque siempre hay alguien que nos quiere manipular y convencer de su verdad … Queremos complacer a los demás hasta el punto de perder nuestra identidad. Cedemos y cedemos hasta hacernos serviles y sumisos a la verdad de otros …
Todos conocen el cuento del Patito Feo. Nos narra cómo una fatal casualidad crea una desgracia en la vida de este patito que se siente rechazado y abandonado por quien cree es su madre y familia. Este sufrimiento se agrava al repetirse una y otra vez la misma reacción de rechazo hacia él. Resignado y desolado, el patito se vuelve víctima al creerse no merece ser querido y huye -de sí mismo-. Abandona toda lucha… no se siente merecedor de ser amado.
Las situaciones traumáticas vividas en nuestro pasado no determinan nuestro futuro. El que nos haya ido mal en nuestro pasado no significa que ya estemos condenados por siempre jamás a continuar con los mismos patrones.
Cuando la realidad nos resulta torturadora y angustiosa, hay que transformarla. Puedo utilizar mi dolor y transformarlo en algo útil para el futuro. Cuando el patito feo decide marcharse y alejarse de quienes le humillan está fortaleciendo su integridad y autenticidad aunque de forma inconsciente pero intuitiva. Su soledad le hace fortalecer su voluntad de no conformarse con una vida miserable.
Lo que comenzó como un drama y se convirtió en tragedia, finalmente el patito feo – al no aceptar para sí la verdad de los otros- terminó encontrando a sus iguales que lo acogieron, transformándose finalmente en un hermoso y majestuoso cisne.
Hay que evitar ver las crisis como problemas insuperables. E incluso lo que llamamos Destino puede ser mejorado desde una actitud positiva y firme.