Si, están las costumbres, las tradiciones, … pero cómo diferenciar lo viejo que ha quedado caduco y nos limita de lo imperecedero que realmente encierra sabiduría. Cómo liberar la mente de su rigidez para que pueda seguir evolucionando. Se hace imprescindible discernir, utilizar nuestra mente reflexiva.
El pensar hay que unirlo al sentir y eso hace la percepción más amplia y clara. Hay que unir mente-corazón y enfocarnos en la Intuición que va por delante.
Nos sentimos confundidos cuando el abismo entre lo nuevo y lo viejo se hace más grande y nosotros nos encontramos en medio … sin suelo que nos sostenga … dudando entre agarrarnos a las creencias conocidas del pasado o saltar hacia las posibilidades por crear del futuro inmediato …
No hay nadie que pueda decidir por nosotros.
Escuchar al corazón es lo más sabio.
Sentarnos en la quietud y el silencio nos conectará con nuestro ser esencial que es eterno y conoce lo que permanece inalterable en el tiempo.