En el despertar y hacernos conscientes de nuestro Ser, nuestra Conciencia se expande, -comenzamos a deshacernos de nuestro pasado y de las cargas de todos los condicionamientos recibidos-. A medida que avanzamos nos damos cuenta de que las opciones se van agotando y la vida se va simplificando cada vez más.
Ya sin esfuerzo, despejada nuestra mente, lo único que queda por hacer es prepararnos para volver al Origen de nuestro Ser, desde la sincronización de nuestro espíritu con el Espíritu del Universo.
Inclusive los «futuros» -que parecían tan inciertos y temíamos- se han ido agotando. Nos dejamos fluir desde la certeza de que en el río de la vida que navegamos nos llevará con toda seguridad al gran Océano.