Desde la manipulación los más poderosos han utilizado la palabra «dios» para asfixiar el corazón espiritual de los pueblos …
El ser humano según las Escrituras sagradas está hecho a semejanza de Dios. Pero la realidad es otra. El ser humano en su arrogancia ha invertido este hecho divino; el ser humano ha creado un dios personal a su medida e intereses.
De esta forma se hace fácil echarle la culpa a «dios» de todas las injusticias y de todo lo que no tiene una explicación acorde a nuestro entendimiento y deseos. Ese dios también nos sirve en casos de apuro para descargar nuestros miedos y sentimientos de culpa; entonces le hacemos promesas y le adoramos.
Mientras la humanidad esté sometida en esa estructura piramidal donde la base, es utilizada como mano de obra barata y sumisa de los que están arriba, se hace imposible romper con el aglomerado de ignorancia e inercia en la que viven la inmensa mayoría de los humanos.
Este es el momento de que cada ser, uno por uno, despierte su Conciencia como individuo y como esencia divina. Sintiéndose imprescindible para que suceda el cambio hacia una nueva dimensión de nuestro Ser.
Y entonces sí, podamos dar Luz a lo que nos asemeja con el Creador, que es la energía del Amor Puro.
Y entonces sí, podamos cumplir con nuestro propósito de vida, que es vivir plácidamente adorando al Absoluto Amor Puro al que pertenece nuestra esencia.