Demostró la efectividad de la sanación por medio de afirmaciones positivas como poder vibratorio de la palabra.
Fue Jesucristo quien sanaba a distancia por el poder sanador de la mente. Parte de la misión de Jesús consistía en hacer visible todo el potencial del ser humano por medio de la sintonía de su propio potencial con las energías divinas.
El REIKI y otros sistemas sanadores energéticos se basan en la relación que existe entre el pensamiento, la energía vital, la energía universal superior y el cuerpo físico.
Hoy en día está comprobado científicamente que los pensamientos afectan a nuestras células y a nuestro cerebro de forma positiva o negativa; sanándolas o destruyéndolas.
Cuando una persona enferma, su sistema inmunológico y su voluntad se debilitan. A través de REIKI y la imposición de manos, el sanador puede estimular y renovar la energía vital del enfermo, para que la curación se haga efectiva a través de uno mismo; por su voluntad de sanarse.
Primeramente, por medio de la convicción supraconsciente del alma, la mente recibe la posibilidad y deseo de sanación. El pensamiento positivo, la esperanza y la oración se hacen presentes creando el ánimo y fuerza necesaria para reactivar las células. Después el cerebro libera la energía vital necesaria para restablecer el equilibrio interior; la salud.
Mi consejo para las personas enfermas es que se visualicen con salud. Que envíen Luz a todas sus células y a todos sus órganos, todos los días, renovando su fe. Que transformen a través de la oración su desánimo en alegría, su pesimismo o resignación en esperanza.
Esta es la mejor medicina que fortalece el cuerpo y el espíritu.
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Gracias