Asistí a un curso de Astrología Védica que impartió mi Maestro espiritual Sri Swami Purohit. El propósito fue abrir la mente para que seamos capaces de liberarnos de los condicionamientos del pasado. La lógica y el propósito de la Astrología Védica es ayudar a conocer nuestro propósito de vida y llevarlo a cabo.
Dijo que si queremos tener libertad real debemos conectar con nuestra Alma para liberarnos de la ley de causa y efecto. Pero que no es posible cambiar los patrones de condicionamientos desde la mente, sólo se logra desde el Alma, que es el nivel más sutil de nuestro cuerpo.
Nuestra naturaleza la marca el planeta ascendente; el que seamos aventureros, intelectuales o emocionales, perfeccionistas, con capacidad de líderes o buenos matemáticos. También influye en los que piensan demasiado y dejan pasar las oportunidades. Los que prefieren estar en lo correcto a ser correctamente felices…los planetas intervienen en todas las capas que conforman nuestra personalidad, influenciando en el programa de vida que nos viene dado.
Quizás lo que más me sorprendió es cuando afirmó que «El éxito te llega cuando tu plan y el Plan de Dios es el mismo… si no es así, se crean conflictos innecesarios».
Nuestro hacer en la vida, si no está apoyado por la Naturaleza, será arduo, tortuoso y hasta tormentoso en algunos momentos. Pero si conseguimos trascender, entendiendo que formamos parte de esta Naturaleza y del Todo, y dejamos de poner RESISTENCIAS al fluir de sus energías, entonces y sólo entonces, es cuando nos hacemos dueños de nuestro destino.
Se trata de hacer lo correcto. Vivir en paz con uno mismo desde la actuación correcta. Saber que existen tiempos favorables y tiempos donde es mejor no actuar. Debemos estar atentos, ser observadores y crear Conciencia. Cada ser es único: los que son líderes por naturaleza, los comunicadores, las mentes refinadas, los idealistas, los educadores, los sanadores, los artesanos …
Pero no lo olvidemos; sólo podremos ser los arquitectos de nuestra propia vida cuando vivamos desde el nivel del Alma, no desde el Ego.
La espiritualidad no significa controlar la Naturaleza, significa ALINEARSE con ella.
Armonizar nuestra energía con la energía cósmica. Se trata de una apertura a la Divinidad que va más allá de lo que el ego desea. Se trata de abrirse a una energía superior, la del Amor Incondicional, y RENDIRSE a ella.