El  vehículo en el Plano terrenal es nuestro cuerpo físico. Nuestra herramienta; la mente. Nuestro mayor recurso es desarrollarlos para avanzar en el descubrimiento de nosotros mismos; nuestra esencia original.

A través del cuerpo físico  desarrollamos la mente y desde la mente nos unificamos con el Alma para conectar con nuestro cuerpo espiritual.

Tener salud en el cuerpo físico significa estar llenos de energía vital. La energía vital cuando fluye sin encontrar obstáculos mantiene activa la Red entre nuestros diferentes cuerpos: físico, astral y causal.

Para los que sientan anhelo de conectar con su Ser, primero debemos hacernos conscientes del yo-personaje y diferenciarlo del Yo-Superior que es conciencia y forma parte de la Conciencia Superior Universal. Este anhelo junto con la intención para conseguirlo atraerá las formas para que suceda. Confiar en ello es otra Fuerza que ponemos en acción.

La persona insegura y confusa lo quiere todo -y todo le parece poco- desde su sentimiento de vacío. Por su falta de creatividad, desconfianza   y su poca valoración de sí mismo es  incapaz de  ver las  posibilidades y oportunidades que le brinda la vida .

La persona segura de sí misma, no necesita nada del exterior; se siente plena y unida al Todo. No tiene problemas para tomar decisiones y elegir pues tiene la certeza de que lo mejor es dejarse fluir con la Naturaleza. Siente entusiasmo y gratitud por la vida. La energía de la Gracia divina es su guía y sustento.

Cuando Jesucristo dijo «Yo y mi Padre somos Uno» nos estaba diciendo que nuestra Alma es UNA con el Alma Cósmica.

Llegar a este punto de entendimiento hace que vivamos desde el corazón espiritual y entonces la Realidad y la Verdad aparecen ante nosotros.