En la mente se acumulan los miedos y las dudas… si conectamos con el corazón nos encontraremos con las certezas y la verdad.
En la mente están los condicionamientos y la rigidez de ideas… si conectamos con el corazón descubriremos la espontaneidad y la inocencia.
Conectar con el corazón nos llevará a despertar la Conciencia y desarrollar el conocimiento intuitivo. Todo esto es posible haciendo una práctica diaria para aquietar la mente; la meditación.
EJERCICIO: Elegir un lugar cómodo y tranquilo donde practicar la meditación. Desde una postura en que la espalda esté recta, cerraremos los ojos, llevando los cinco sentidos hacia nuestro interior. Respiramos conscientemente; suave y lentamente, permitiéndonos expulsar en cada exhalación todas nuestras tensiones y preocupaciones.
La clave está en la respiración consciente pues es la manera de ir aquietando todos los pensamientos de la mente. Lo ideal es dedicar a la meditación 25 minutos diarios que es el tiempo que necesitaremos para entrar en una quietud profunda y conectar con el corazón: escucharle y sentir la paz de nuestro ser esencial.
Poco a poco, sin caer en la impaciencia o la obsesión, imponiéndonos obligaciones por encima de nuestra capacidad. Lo mejor es ir aumentando el tiempo que nos dedicamos de forma suave, disfrutando cada vez más de ese tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos. Esto hará que también aumente nuestra autoestima.
El compromiso es con nuestro corazón, con nuestro sentir y con nuestro Ser.